

Hoy les traigo un video muy interesante de Fray Abel de Jesús. Sé que va a tocar fibras sensibles a más de uno. Entendamos que, como el mismo autor dice, el video fue hecho desde el profundo amor al prójimo y respeto: ¿Católicos radicales?
¿Católicos radicales?
No son un secreto las divisiones y posiciones apasionadas que en la iglesia se viven. Están los católicos radicales, los moderados, los progresistas. En fin, estamos todos y todos de alguna manera somos alguno o una mezcla.
Personalmente creo que, encontrar causas a estas divisiones es importante y valoro mucho que dentro de la iglesia pongamos estos temas sobre la mesa. Hagamos el intento de tener un diálogo que busque escuchar, entender y tender puentes.
Las posiciones radicales y pasiones que encontramos parecen estar más llenas de amor propio que de amor al prójimo. Muchas veces nos sobrepasan y caemos en respuestas llena de enojo que nos llevan a pecar en lugar de entender y corregir fraternalmente.
Estos fundamentalismos de los que habla Fray Abel suelen suceder, entre otras cosas, porque nos abrazamos a criterios propios, a las reglas, a la ley y a nuestros propios miedos y nos dejamos a Dios en el camino.
La fe empieza a convertirse en una especie de bastión que hay que defender a toda costa. No me mal entiendan, por supuesto que hay que defender la fe, la propia en primer lugar.
Es misión personal construir la fe sobre roca firme y la roca firme es Cristo. Cuando perdemos de vista a Cristo, estamos perdidos.
12 criterios para identificar y entender. No para señalar y separar
Los 12 criterios que el video nos presenta, no son para ir por ahí catalogando de «teoplanistas» y fundamentalista a todo aquel que se nos presente.
No. Estoy segura de que la intención es, en primer lugar, comprender, para amar y desde el amor tender puentes y anunciar.
¿Anunciar a quién? Pues a Cristo vivo. Un Cristo que vino por todos. Que no vino por los perfectos, ni por aquellos que cumplían la fe al pie de la letra.
Cristo vino especialmente por los pecadores. A quienes acogió con paciencia, comprensión, ternura y tiempo.
Lleva la eternidad en esta misión, Cristo vino y se quedó formando y transformando los corazones de los hombres. Se dejó la vida misma en ello.
Amar cada vez más y mejor, radicalmente
Amar al prójimo, cada vez más y mejor, es una misión para el cristiano. Y en esto sí hay espacio para ser radical.
Amar al otro no es algo simple. Para amar necesitamos conocer. Para conocer necesitamos formarnos en la fe, necesitamos conocernos a nosotros mismos.
El conocimiento personal necesita trabajo intenso para reconocer las propias heridas y trabajar en aceptarlas y sanarlas.
Para toda esta labor necesitamos ayuda. En primer lugar la de Dios, cultivando una vida espiritual sana y en segundo lugar la ayuda de otros a distintos niveles (consejeros, maestros, formadores, psicólogos, médicos)
Qué cuando nos encontremos con enfrentamientos de fe, recordemos estos consejos de Fray Abel y que en lugar que caer en ocasión de pecado respondiendo desde la ira, respondamos desde el amor, la paciencia y la ternura del mismo Cristo.
«..una de las principales novedades de la enseñanza de Jesús en la que establece dos fundamentos esenciales para los creyentes de todos los tiempos: El primero es que la vida moral y religiosa no puede reducirse a una obediencia ansiosa y forzada, sino que debe tener como principio el amor. El segundo es que el amor debe tender juntos e inseparablemente hacia Dios y hacia el prójimo». (Papa Francisco)
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