*Advertencia 1: que recomendemos que se discuta esta película, no significa que la página se adhiera a las posturas abortistas de Emma Stone.

*Advertencia 2: hay grandes spoilers en el comentario. Te recomiendo ver la película antes de leerlo.

Planificar y pensar en el futuro es algo muy normal en la gente joven. El negocio que va a empezar, el éxito que se va a tener en tal o cual emprendimiento. A medida que el tiempo pasa, la vida comienza a tomar rumbos muy diferentes a los que se habían planeado, llegando a destinos que ni se habían considerado.

La renombrada película del año, «La La Land», casi ganadora del premio de la Academia a mejor película, es una que toca este tema de una manera bastante fantasiosa, pero acertada.

Mia es una aspirante a actriz que se mudó a Hollywood en búsqueda de su sueño de convertirse en una gran y reconocida figura del séptimo arte. Por otro lado, Sebastián es un pianista de jazz idealista que sueña con abrir su propio club de jazz en el local que alguna vez supo ser el hogar de grandes artistas del género. El camino de Mia y Sebastián se cruza en reiteradas ocasiones y ella incentiva los sueños de él y viceversa.

Estos son los principales puntos que se pueden conversar después de haber disfrutado del film:

1. ¿Existe la media naranja?

Voy a ser directo y cortante. No, no existe esa mitad perfecta. Empecemos por aclarar que la figura de la media naranja indica que somos seres incompletos, y no es así. «Cada ser humano ha sido creado por Dios con una unidad interior inquebrantable y completa». En La La Land, la imagen de la mitad perfecta para uno es desmentida.  De ser cierta, Mia y Sebastián deberían terminar juntos. Pero, con cierta precisión, la historia desemboca en un final semiamargo, en el que Sebastián sigue soltero y Mia está casada y tiene un hijo. Uno pensaría que, al reencontrarse después de un tiempo, ambos huirían al amanecer. Pero no. Mia se da vuelta, le sonríe (probablemente recordando los buenos momentos que vivió con él) y se va del club. En una relación entre hombre y mujer, muchas cosas tiene que sacrificar la pareja por la persona que tiene al otro lado. En eso se basa la amistad matrimonial que los esposos construyeron a lo largo de su noviazgo.

2. Los sueños e ideales

Como mencioné al comienzo, los planes a futuro son típicos de la juventud. Pero algunas veces que ese ideal no se alcanza, o sí, pero después de años de lucha y de construir, destruir y volver a empezar. En este punto, la película tiene una falla. Nunca habla del papel que Dios juega en este aspecto. Nuestro Padre tiene un plan para nosotros. Un plan que nos va a hacer felices acá en la tierra y nos valdrá la vida eterna junto a Él. Los sueños, los ideales, los deseos profundos del alma están intrínsecamente ligados a la actividad profesional que desarrollamos para la plena realización personal. Esto quiere decir que lo que hacemos para ganarnos la vida debe de relacionarse totalmente al plan que Dios tiene para cada uno. Porque, como hijos de Él, estamos llamados a vivir la felicidad en la tierra, para alcanzar la plena y perfecta felicidad en el Cielo. Mia y Sebastián son dos personas que buscan y trabajan por ese sueño que tienen. Si tuvieran a Dios en sus vidas, serían felices, a pesar de las posibles adversidades que se puedan cruzar en sus caminos.

3. Rendir las convicciones propias ante la fuerza de la adversidad

En un momento de su vida, Sebastián se da cuenta de que necesita un trabajo estable para poder vivir y renuncia a su convicción de que el Jazz debe de mantener su toque tradicional para empezar a tocar en una banda de jazz pop y esto, por alguna razón, molesta a Mia, por lo que terminan peleándose y separándose. Mia también renuncia a sus ideales cuando, después de estrenar su obra de teatro, las críticas la destrozan. Decide que no puede seguir así y vuelve con sus padres para estudiar una carrera “seria”. Lo curioso es que, cuando Mia toca fondo, Sebastián le da la mano para que se levante, y al revés también. Lo que nos queda de la película es que rendirse ante la adversidad no es de personas que confiamos en que Dios tiene cosas muy buenas pensadas para nosotros, y que a pesar de las renuncias, si a consciencia buscamos hacer lo que Él nos pide, podemos tener la seguridad de encontrar la felicidad.

¿Te parece que hay más en la película? ¿Qué te quedó a ti después de ver este éxito de Hollywood?