

Espero que estemos de acuerdo en que los cientos (o quizás miles) de amigos que tienes en Facebook, no son realmente tus amigos, son más bien contactos. Los amigos reales se hacen en la vida real, aunque luego te agreguen y le den like a tus publicaciones. ¿Será que son importantes los amigos para las personas?
Jesús mismo ha dado una categoría de real trascendencia a la amistad. Cuando su misión se acercaba a su fin, dice a los Doce, que ya no los considera siervos, sino amigos (cf Juan 15,15), dando a entender lo profundo de la relación y la gran diferencia que existe cuando me refiero a alguien como mi amigo, cuando cultivo una amistad, cuando cuido y desarrollo una amistad, estoy siguiendo los pasos de Jesús y es así que una buena y real relación de amistad se convierte también en un camino de santidad.
Pero no todos los amigos somos iguales. Hay algunos que son buenos consejeros y les encanta recomendarte lo que tienes que hacer; otros que son buenos con los problemas domésticos y siempre tienen su caja de herramientas disponible para sacarte de apuros.
Los hay con gran sensibilidad estética y con frecuencia utilizan su don para decirte cuando te ves mal; otros son fantásticos para pasar tiempos de ocio y recreación (son responsables de que no necesites hacer abdominales luego de reír por horas junto a ellos); los hay silenciosos, esos que solo acompañan, que su presencia junto a ti es su regalo.
Si hablamos de amigos verdaderos, no los hay mejores ni peores, no es una competencia o un concurso. Sea cual sea el tipo de amigo que tú eres o los tipos de amigos que tienes, todos son un regalo, una bendición.
Y cuando esa amistad se vive en el plano espiritual, entonces es mucho más profunda la relación,tanto si tus amigos están comenzando a creer o son creyentes, como si no comparten la fe contigo, pero te aprecian aún en medio de las diferencias.
Algo tiene la amistad que nos toca el alma, que nos transforma. Autores a lo largo de la historia saben de eso u han dado testimonio en sus creaciones de lo sublime y bello que es disfrutar de una amistad verdadera.
Incluso cuando no son explícitamente cristianos o el mensaje no sea con una intención espiritual, quien abraza a su prójimo en medio de una amistad, sigue los pasos del Maestro y se convierte en su imitador.
Ser amigo de mis amigos, es también una forma de seguir a Jesús.
0 comentarios