

Acabo de llegar del Magdala Youth Fest y tengo tantos sentimientos que me cuesta expresar todo lo que llevo dentro. Han sido días increíbles, en los que he aprendido, he rezado, compartido con personas maravillosas. He sentido la presencia de Dios en mi vida y he visto de primera mano lo que Dios ha hecho por nosotros, los lugares donde vivió, enseñó, caminó y, sobre todo, nos amó.
En este artículo te contaré mi experiencia en la peregrinación a la que nos invitaron hace unos meses y a la que te animo para que te apuntes para el próximo año. ¡Estoy segura de que las plazas se llenarán en muy poco tiempo!
El Magdala Youth Fest es una propuesta del Padre Juan Solana, L.C. para atraer a jóvenes de todas partes del mundo a Tierra Santa. Su propósito es hacer un encuentro anual durante los próximos 9 años (10 con el que acaba de pasar), hasta llegar al 2033, para vivir juntos el bimilenario de la Muerte y Resurrección de Jesucristo.
¿Qué es Magdala?



Después de haber estado ahí, te puedo decir que es un lugar que vale la pena conocer. Hace unos años, el P. Solana quiso construir un lugar de acogida a peregrinos en Magdala, ciudad de María Magdalena.
Providencialmente, haciendo las excavaciones, se hizo el descubrimiento arqueológico más importante de este siglo: encontraron los restos de una Sinagoga del S. I, un lugar donde seguramente Jesús enseñó y compartió con sus discípulos y con María de Magdala.
Además de la historia, la espiritualidad de este lugar se puede respirar. La Capilla «Duc in Altum» es una de las capillas más bonitas en las que he estado.
El altar en forma de barco, con un ventanal enorme detrás que permite ver el Mar de Galilea, da la ilusión de estar en la barca con Jesús. Es realmente maravilloso.
En una de las capillas podemos encontrar una preciosa imagen del encuentro de la hemorroísa con Jesús. Una imagen llena de detalles en una capilla que invita a la oración, al silencio y al encuentro con Dios.
Por otro lado, ¡el hotel es increíble, la comida es una locura, la atención es inigualable! La estadía en Magdala fue inolvidable.
La peregrinación durante Magdala Youth Fest



Bueno, al ser una peregrinación a la que fuimos más de 400 personas es normal alguno que otro contratiempo, pero pudimos visitar lugares increíbles. Tuvimos un viaje en un barco por el mar de Galilea en el que pudimos cantar, rezar y bailar.
Renovamos nuestras promesas bautismales en el río Jordán por inmersión, estuvimos en el Mar Muerto, subimos el Monte Tabor. Visitamos Jerusalén, Belén. Siento que estuvimos en todos los lugares en los que ocurrieron escenas de la Sagrada Escritura. ¡Una locura!
Podría contarte momento a momento lo que viví, lo que sentí, cómo me conecté con Dios, pero no terminaría de escribir este artículo. De verdad, creo que es una experiencia que vale la pena vivir. Lo bueno es que tú también tienes la oportunidad de hacerlo.
Queda un año. Toma la decisión, organízate y planea este viaje. Esta peregrinación a Tierra Santa es un regalo increíble, no te vas a arrepentir.
El concierto en Magdala Youth Fest
Bueno, además de conocer todos los lugares Santos, tuvimos la oportunidad de vivir un Concierto, una adoración y de estar acompañados de unos artistas católicos que superaron todas mis expectativas: Paola Pablo, David Filio, Rogelio Casasola, José Ignacio, Marycarmen Barría y Ana Bolívar. También nos acompañó la banda de Martín Valverde, quien lamentablemente tuvo que cancelar su participación en el Youth Fest debido al estado de salud de su hijo.
Cada uno de los artistas no solo lo dieron todo en el escenario de Magdala, sino que estuvieron acompañando la Peregrinación durante todo el trayecto, mostraron su talento, su calidad humana y su amor por Dios. Fue un regalo conocerlos, compartir con cada uno de ellos y ver el empeño, la dedicación y el amor que les desborda.
Para mí, y para todas las personas con las que compartí, fue una constante reconocer la importancia de la música católica y la necesidad que tenemos de reconocer a nuestros artistas, de apoyarlos y de valorar el esfuerzo que hacen.
Me llenó el corazón ver personas con tanto, tantísimo talento entregando su vida a Dios y viviendo dificultades. Como católicos nos falta darle importancia a lo nuestro e impulsar el talento de estas personas que dedican su vida a la alabanza a Dios e inspiran nuestra vida con canciones que elevan nuestro corazón al Cielo. Canciones que con sus letras nos llevan a abrir el corazón y a conocer al Amor de los amores.
Compartir la fe, en el camino de Jesús



Algo con lo que me quedo de la peregrinación es la oportunidad de compartir el camino y la vida de Jesús con personas de diferentes lugares del mundo. Caminar juntos y compartir la fe.
Encontrar personas en el camino de la fe me recordó que la Iglesia es Universal, que somos muchos aunque a veces parecemos pocos y que el amor de Dios nos une de una manera misteriosa.
Caminar con hermanos en la fe es un regalo. Dios es bueno y nos da un amor más grande del que somos capaces naturalmente. Vivimos experiencias maravillosas de conocer personas católicas felices y llenas del amor de Dios, todos emocionados de caminar por las tierras de Jesús, de María, María Magdalena y los demás discípulos.
Conocer personas enamoradas de Dios como Ayram de «Manual para enamorarse» o a Pati.Te y al P. Juan Solana fue un soplo de aire puro.
El amor transmitido en el Youth Fest Magdala fortaleció mi fe y me renovó las ganas de seguir sirviendo a Dios y mi anhelo por llegar al Cielo y vivir esa fiesta eterna.
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