

Esta ecuación tiene un error, pues considera que los mejores regalos son los regalos costosos. Eso deja fuera de competencia a todos los que no tenemos mucho dinero y no podemos financiar costosos regalos, por lo tanto nuestros presentes rara vez llaman la atención o se convierten en protagonistas de la celebración.
Te invito a que en esta navidad te esfuerces por ser una buena persona y dar el mejor de tus regalos. Pero no hagas el esfuerzo de gastar dinero. Busca dentro tuyo y averigua ¿Cual es el mejor regalo que puedes dar?. Una vez que lo encuentres, ofréceselo a Jesús; el protagonista de esta fiesta.
Que el pesebre de tu casa esté adornado con tus regalos y los de tu familia, pero no de los regalos que se intercambiarán entre ustedes, sino de los regalos que le ofrecerán al niño de Belén!
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