

Hoy contemplamos el acto de amor más grande: Jesucristo, el rostro mismo de la misericordia, acepta la cruz y la besa. Deja que todo el odio del mundo se descargue sobre su cuerpo y su alma… y en este acto infinito de kenosis, Dios misteriosamente nos salva, nos reconcilia, paga el precio que es consecuencia del mal y transforma el tiempo humano en tiempo de gracia y reconciliación.
El P. Juan José Paniagua nos acompaña hoy con una hermosa reflexión sobre el valor profundo que debe tener este enorme misterio de amor en la vida concreta de cada uno de nosotros. De parte de todo el equipo de Catholic-Link les deseamos un hermoso y recogido Viernes Santo.
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