Desde que mis hermanos son pequeños, siempre jugando con ellos, me gustó imitar voces de personajes de películas o dibujos animados. Una de las imitaciones que más les gustaban eran las que hacía de Chewbacca (el “wookie” amigo de Han Solo) o de Darth Vader (el Lord Sith que comenzó como Jedi y luego se pasó al “lado oscuro”). Como te habrás dado cuenta, soy un gran fan de todo lo referente a Star Wars y el video de este post se introduce en este mundo, con ocasión del día del padre, que se celebra en muchos países este domingo.

En el comercial, podemos ver distintas acciones que padres realizan con sus hijos: juegan con ellos, les van contando una historias de Star Wars (cuando Darth Vader le dice a Luke que es su padre) y en todo esto, comparten tiempo juntos. Son imágenes muy significativas que a cualquiera que es padre (o hijo también) le refresca la memoria, de lo que vive o ha podido vivir cotidianamente con sus hijos (o con su padre); y para quien no es padre, le mueve el corazón y los anhelos de poder vivir esto con toda la ilusión y confianza en Dios.

Y es que de eso se trata ser papá, de estar presente (a pesar de las ocupaciones), de trabajar en equipo con la madre para llevar una buena educación a los hijos, de ser esa voz que da seguridad, confianza en el porvenir, que establece límites y que cierra el círculo de amor que debe rodear al niño durante su crianza de manera particular y en las etapas siguientes.

Contrariamente a la visión que se tiene a veces, el padre no debe ser un mero ‘proveedor’ del hogar (además, hoy por hoy, es una responsabilidad que se suele compartir con la madre): aquél que solo se dedica a trabajar para «que no les falte nada a los hijos», o aquel que está distante de las reales necesidades de su familia, porque está muy “ocupado”. De esa forma se va generando un desgaste sin mucho sentido, sin darse un respiro para disfrutar lo importante: la experiencia única de ver crecer a los hijos y de compartir con su familia. Es fundamental que los padres se den ese espacio para estar presentes, para apoyar y ayudar en la crianza de los hijos, para dar el consejo necesario y asumir su verdadero rol con firmeza y con cariño, siempre conectados con sus hijos y con su familia. El padre es uno de los actores principales dentro de la familia. No hay nada más hermoso que traer a un niño al mundo, criarlo, estar con él, amarlo: es una misión encomendada por Dios.

Es significativa la escena final del video, cuando el hombre sostiene a su hijo recién nacido en un hospital y le dice: “¡Yo soy tu padre!”. Conmueve mucho porque expresa todo el cariño y compromiso que un padre tiene con los hijos, y el amor contenido, lleno de preocupación y cuidado, que todo padre quiere vivir y entregar a sus hijos. Trabajemos por ser esos padres presentes, comprometidos y entregados a las familias. Que ayuden a dar fuerza a sus hijos, mirando siempre el modelo de Dios Padre, que nos ama incondicionalmente y nos cuida en toda circunstancia.

«Pido para ustedes la gracia de estar siempre muy cerca de sus hijos, dejándolos crecer, pero de estar muy cercanos, ¿eh? Ellos tienen necesidad de ustedes, de su presencia, de su cercanía, de su amor» (Papa Francisco 19 de marzo de 2014).

¡Qué la fuerza (de Dios) los acompañe! ¡Feliz día del padre!