

Creo que actualmente los medios de comunicación hacen parte de la vida de todos, son tan disponibles entretenidos, útiles y bien hechos que fácilmente se puede olvidar que deberían ser instrumentos para algo distinto de ellos mismos: resolver un problema, informarse, mantenerse en contacto, buscar una dirección, divertirse. Su mismo nombre lo dice: son «medios» de comunicación, no «fines» de comunicación. Este tema será un debate siempre abierto, más ahora que whatsapp nos ofrece el «double check» azul, que nos permite corroborar que la persona ha leído el mensaje que le escribímos. Esto traerá más de un problema…
Pero ¿En qué consiste este olvido del que hablo? Creo que el video lo muestra muy bien. Whatsapp para Miguel ha dejado de ser un instrumento y se ha convertido en un «habitat». Detrás del uso que él le da a su programa no hay ninguna necesidad real (¿o no?: «me subo en el metro, me bajo del metro, estoy saliendo del metro»). Whatsapp se convierte poco a poco en un mundillo personal donde es divertido y cómodo estar. Deja de ser un medio para alcanzar un fin y se convierte en un fin que define nuevas necesidades (por ejemplo la idiotez de pensar que quien no responde después del «double check» tiene algo contra nosotros, se ha ofendido, o simplemente no le interesa respondernos). Facebook, Twitter, tu Blog, tu Ipad, tu Smarphone, tus RSS, Youtube, etc, etc… pueden convertirse en un «habitat» e imponerte nuevas necesidades que cuando te detienes un segundo a pensar en ellas te das cuenta de lo absurdas que pueden ser.
Siguiendo con el ejemplo de Miguel: esperar todas las mañanas el emoticon del beso con el corazón y después de ocho meses (¡ocho!) pensar que Lucy ha cambiado porque ahora solo manda el emoticon del beso sin el corazón. Esto es obviamente una exageración (ojalá), pero creo que puede suceder lo mismo con Facebook, Twitter, el blog y cuanto medio de comunicación que llega a desvirtuarse…
Por otro lado, los medios de comunicación cuando se transforman en «habitats» se vuelven medios de «sobre-comunicación». Es decir, comunicamos más de la cuenta. Perdido el sentido y el objetivo automáticamente empezamos a comunicar por comunicar; en consecuencia, decimos cosas banales, sin importancia, que poco o nada aprovechan a los demás. Esta idea queda clarísima cuando Lucy le explica a Miguel lo harta que está de recibir whatsapps inútiles (y hasta desagradables…), pero creo este no es un peligro reservado solamente para adolescentes, en otros ámbitos me pasa a mí, te puede pasar a ti y le puede pasar al bloggero más experimentado. Vale la pena utilizar este video para hacer un examen de conciencia sobre el dominio real que tenemos sobre los medios que usamos y renovar, de ser el caso, la motivación original que nos llevó a utilizarlos. No vaya a ser que nos ocurra lo mismo que a Miguel al final de la historia: sacrificar el objetivo por amor del instrumento.
Así es Roncuaz. Yo lo he enfocado desde el punto de vista de los medios de comunicación porque creo que el video puede ser útil para explicar la dinámica de la «sobre-comunicación» y de las «necesidades inducidas» por parte de los medios. En el video estos dos vicios se ven claramente con las explicaciones de Lucy y las exigencias infantiles de Miguel.
Por otro lado estoy de acuerdo con que el problema fundamental es la inseguridad de Miguel. Yo también creo que el mal uso del medio se activa, en este caso particular, por la inestabilidad de la persona.
Interesante pero creo que el problema está efectivamente en el abuso del medio concreto, pero también en la inseguridad de Miguel, un excelente ejemplo de subjetivismo masculino en las relaciones con el sexo opuesto. El Watsap o como se llame es sólo un pretexto para expresar que tiene miedo de ser traicionado, ese miedo percibido por la chica es leído por ella como un insulto a su integridad y al mismo tiempo deja a Miguel como un er humano muy poco atractivo ya que no le puede dar seguridad, asunto que una mujer busca casi en primer lugar en un hombre. Entonces el examen que pides no debe apuntar tanto al uso de los medios como al interior del corazón: ¿En qué ponemos nuestra seguridad? ¿A qué le tememos? ¿Qué amamos?
Muy bueno efectivamente. Saludos