Empecé a escuchar canciones de la banda «Twenty One Pilots» por recomendación de amigos y me sorprendieron los temas que se trataban en las canciones. La banda, formada por Tyler Joseph y Josh Dun, tiene canciones sobre la presión social, sobre la lucha con los propios temores y con las debilidades de cada uno. Su canción más popular es «Stressed Out» que habla sobre la añoranza por la niñez cuando no teníamos demasiados deberes y responsabilidades.

Algo curioso que me pasaba cuando escuchaba estas canciones era que sentía que el cantante, autor de las letras, me comunicaba una sensación de búsqueda de infinito, una búsqueda de algo o alguien que pudiera ayudarlo y acompañarlo en sus problemas. Y entonces encontré la canción «Trees» en la cual se ve reflejada esta búsqueda muy claramente. Les comparto el video con la letra en español  y les dejo unos puntos para reflexionar.

1. Todos buscamos a Dios

Y es que ese deseo está impreso en el corazón de todo hombre sin importar dónde y cuándo hayamos nacido, la clase social, la edad. Todos queremos entrar en contacto con Él…

«Nos hiciste, señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti» (San Agustín).

2. No buscamos a Dios de cualquier manera

Buscamos el encuentro con Él, buscamos conocerlo, verlo y hablarle como un amigo. Queremos entrar en confianza con Él.

«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva» (Benedicto XVI).

3. La juventud y los problemas pueden ayudarnos a buscarlo

La etapa de la juventud es cuando nos planteamos el futuro y tomamos decisiones con respecto a ese futuro. Este hecho puede hacer que los más jóvenes estén más atentos a los deseos más profundos del corazón. También, cuando nos enfrentamos a muchos problemas, la adversidad nos hace mirar más allá de nuestras comodidades porque nos damos cuenta que lo material no es lo más importante, que necesitamos y anhelamos más.

4. A veces nos ponemos trabas para encontrarnos con Dios

Encontrarnos con Jesús hace que podamos vernos como realmente somos y eso nos duele en nuestro orgullo. Pero  sabemos que Jesús nos regala su perdón y nos da su gracia. «Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza» (2 Corintios 12,9). A veces Dios nos parece silencioso porque no lo dejamos hablar. No dejamos el espacio para la oración o nuestra oración se parece más un monólogo que una conversación.

5. Somos puentes entre Dios y los demás

Muchas personas tienen un gran deseo de Dios pero no lo saben o no saben dónde buscarlo. El encuentro con Jesús nos impulsa a anunciarlo y a ser instrumentos de Él para que todos lo puedan conocer. No perdamos oportunidad para ayudar a que alguien lo conozca. 

La canción queda abierta y se las dejo para que cada uno reflexione, solo o en grupo, la necesidad que tenemos de encontrarnos cada vez más profundamente con Jesús y cómo nuestra vida cambia radicalmente y se convierte en una aventura, en la aventura de seguir a Cristo.