

Para ser héroes no necesitamos tener súper poderes. Ir a comprar un disfraz de superman o salvar a una mujer de un edificio en llamas, tampoco necesitamos un certificado que ratifique que estudiamos para serlo.
Para convertirnos en héroes bastan solo segundos, minutos o algunas horas. Unos han decidido ser héroes de por vida, otros aún no lo contemplan dentro de sus posibilidades y otros incluso ni siquiera son conscientes de serlo, como tú que ahora lees este artículo con cara de incrédulo.
En algún momento de la vida todos hemos ayudado a alguien a mitigar el dolor, la necesidad o el sufrimiento. Es héroe aquel abuelo que escucha con paciencia a su nieto y limpia sus lágrimas sin juzgarlo. Es héroe el hijo que abraza a su madre cuando ella menos lo espera.
Ese joven que ayudó a una ancianita a cruzar la calle, aquel que sacó a bailar a esa niña de la que todos se burlaban. Es héroe esa mujer que convenció a su amiga de no abortar, esa madre que corre a levantar a su pequeño después de una caída.
Es héroe el que le saca una sonrisa de oreja a oreja a ese familiar enfermo al que ya nada le ilusiona. Es héroe ese adolescente que le dijo no a las drogas y también aquel que carga su cruz con amor.
¡Hay tantas maneras de convertirnos en uno y tantos ejemplos a seguir!
Pero a veces nos cuesta tanto salir de nuestra comodidad. En muchas ocasiones somos héroes porque la situación se presta para serlo sin dudarlo, pero también hay otras en que cuestan un poco más. Ir a visitar a ese amigo que cayó en depresión, organizar un desayuno para habitantes de la calle o recaudar fondos para alguien que pasa alguna necesidad.
Hago un paréntesis para mencionar que todas aquellas obras que queramos realizar en pro de los demás deben ir acompañadas del silencio y la humildad. A nadie le gusta un héroe escandaloso que se vanaglorie a sí mismo y camine orgulloso llamándose así mismo «héroe de todos».
Servir con amor y con ternura a las personas que necesitan ayuda nos hace crecer en humanidad.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 31 de agosto de 2016
Un paso hacia la santidad
Hoy valdría la pena que te preguntaras, ¿qué clase de héroe has sido? El que está dispuesto a ayudar en cualquier instante de la vida, a cualquier edad y en cualquier lugar. O el vanidoso al que solo le importa ser reconocido y alabado por todos.
¡Comparte este artículo con aquellas personas que hacen parte de tu vida y en algún momento se convirtieron en héroes para ti. Hazles saber cuán importante fue su apoyo!
0 comentarios