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Advierto que no les presentamos este video con la intención de respaldar lo que allí se dice, sino por el contrario analizar y tener una mirada crítica frente a lo que se expresa ahí.

Este video forma parte de una serie dirigida especialmente a niñas y jovencitas llamada “pregúntale a Cristen» (Ask Cristen, en inglés), presentando un programa titulado “aquellas cosas que tu madre nunca te contó” –(Stuff Mom never told you). Su protagonista, Cristen Conger, autodenominada “curadora en conocimiento femenino”, se dedica a aconsejar a las mujeres sobre aquellos aspectos que tienen que ver con sus cuestionamientos más frencuentes, entre otros, sobre la sexualidad.

Me parece importante traer a colación esta serie de videos como muchos otros de este estilo que se van popularizando en las redes sociales, pues es importante tener una mirada crítica frente a todo lo que vemos. El hecho de que videos como este hayan alcanzado gran popularidad no significa que su contenido sea siempre cierto o bueno. Generalmente estas series se caracterizan porque sus protagonistas tienen gran capacidad de ser versátiles, cercanos, confiables, chistosos y son capaces de hacerse “amigos” de sus espectadores. Tienen así un alto poder de influencia a través de sus opiniones o comentarios.

No es raro que se presenten tendencias y modas siguiendo a estos modelos, pero ¿será siempre lo mejor? ¿Tendrán ellos las respuestas que buscamos en nuestra vida? ¿Si Cristen lo dice será que realmente es así, será la Verdad? Preguntémonos y reflexionemos.

En esta ocasión Cristen, con un porte intelectual (me llama la atención el recurso que a los lentes, que le da una apariencia de ser una persona racional, sensata como si quisiera darle más peso a lo que dice), realiza un programa dedicado a las mujeres que deciden no tener hijos, llamadas a sí mismas “Sin hijos por opción”. A continuación enumera una serie de recomendaciones para que estas mujeres sepan defender su punto de vista y no sean consideradas unos seres extraños, especialmente cuando se les pregunte el por qué de su opción.

NOTA: Si quizá tú o una persona conocida ha tomado esta opción de no tener hijos, no sientas que este comentario es un juicio, una expresión de intolerancia o falta de respeto. Buscamos ir más allá de muchas ideas que se propagan hoy, con el ánimo de reflexionar en los valores fundamentales y que se busque el camino que puede llevar a la realización en el amor.

Quiero presentarles unas cuantas reflexiones que me suscitó ver este video:

1. La maternidad es un don

Cuando Cristen habla sobre las mujeres que no quieren tener hijos, lo plantea como una opción válida y se solidariza con ellas presentando varios argumentos a favor de esta decisión. Muchas de sus argumentaciones apelan a la emoción, al gusto y la comodidad, confundiendo y alejándose de la verdad. No se trata de juzgar a las personas, pero creo que sí es importante ir más allá de estas argumentaciones, que tienen en su mayoría un componente ideologizado y son fruto de mentalidades propias de este tiempo. Ante estas ideas, insisto, debemos estar atentos.

Ser madre se está presentando como una función biológica que tienen las mujeres (tener un útero donde albergar un bebé), como fruto de la capacidad de ser fértiles y se reduce a una etapa más de los procesos fisiológicos, desligándose de componentes más esenciales como lo son entender que el ser madre es un don, es un regalo de Dios, quien es el que permite que fruto de la unión de una pareja, idealmente fruto del amor, se genere una nueva vida.

Sin embargo, hoy en día el ser humano pretende poner las condiciones y los ritmos a la maternidad. Esto lo vemos expresado específicamente en una mentalidad anticonceptiva que lleva a que muchas veces la opción de abrirse a la vida se postergue, primando otros valores o bienes, como son el éxito profesional, los gustos, la comodidad, las expectativas personales. En otros contextos, vemos a otros que tienen dificultades en concebir condicionando cuándo, cómo y qué hijo quieren tener, recurriendo a técnicas para determinar el momento de fecundidad, desligado de un encuentro de amor. Así, vemos pues que el hombre vive como si Dios no existiera, como si él tuviera más razón y más poder que Dios mismo.

Cuando entendemos la maternidad como un don nos quitamos de la mente que los hijos son un estorbo, un encarte, un obstáculo para la felicidad de una pareja, de un hombre y una mujer. Dios no permite nada en nuestra vida que nos haga infelices, no permite la fecundidad para traer más problemas, como muchos hoy en día lo entienden. No es infrecuente que muchas mujeres y también hombres tengan miedo e incluso aversión a los hijos por estar pensando en que ello traería más problemas, más gastos, más preocupaciones. Es que en una cultura hedonista, que busca sólo la comodidad o realza el placer, habrá un rechazo a las exigencias de ser padres, cómo serán trasnochar, los llantos y caprichos de los hijos, dedicar tiempo a ellos, invertir en su educación, etc.

Estas exigencias serán contrastadas con miles de excusas y de visiones reductivas desde las dificultades, que no permitien evidenciar las bendiciones y alegrías, el despliegue personal y de la pareja al ser padres.

2. La maternidad fruto del amor

Ya hablamos de cómo Dios manifiesta su amor en el don de la maternidad. Pero también debemos hablar de cómo la fecundidad es la expresión del amor entre un hombre y una mujer. Es el fruto de un encuentro de amor. Hoy vemos cómo muchos niños son concebidos en medio de relaciones que no son propiamente encuentros de amor pleno, sino momentos de placer y diversión, de una sexualidad no rectamente vivida. Sin embargo, ello no hace menos válida ni tampoco desfavorable esta concepción, ni tampoco cierra las puertas definitivamente a un camino de amor hacia este nuevo ser. Con lo anterior descartamos la opción de un aborto.

Tomar la decisión y la opción de la maternidad ciertamente exige amor y generosidad, pues hay muchas mujeres que piensan más en sí mismas, en sus proyectos de vida, en su éxito personal en sus gustos y planes que llevan a que ser cierren a la posibilidad de ser madres. Estas cosas no malas en sí mismas, pero no son los valores que debieran primar.

En el video se cuestiona que muchas personas juzguen a las mujeres por esta ocpión y que las etiqueten de egoístas. Si bien, como dije al principio, no se trata de juzgar a las personas, esta sí es una invitación a no caer en un estilo de vida propio de nuestro tiempo de ensimismamiento egocéntrico, de egoismo, de una busqueda personal sin amor. La felicidad y la realización que todos buscamos se fundamenta en darse al otro, en una vocación de amor y si se vive en el contexto del matrimonio, ese amor está llamado a crecer y a ser fecundo para que realmente esta vocación sea vivida al máximo y lleve a que las personas se realicen.

Ser madre o padre no es pues como un “check” en la lista de cosas por hacer, como algo que hay que seguir en el manual de instrucciones de la felicidad, sino un camino de realización y despliegue en el amor en el contexto de la esta vocación del matrimonio.

3. Argumentaciones o excusas

Otros puntos que se ponen en cuestión al optar por no tener hijos parecen más excusas y justificaciones que carecen de peso cuando se entiende desde el contexto del amor. Muchas son expresiones de sensaciones e ideas del momento, de estado de ánimo, de visiones emocionales o parciales de la realidad. También son expresiones que se repiten como clichés y que se creen como ciertas por venir de boca de muchos, entre ellos personas referentes en la vida de los demás, como lo son los personajes famosos.

Por ejemplo, algunas de estas ideas son –y muchas de ellas las he escuchado en varias ocasiones- : “no me gustan los bebés simplemente”, “¡qué fastidio tener que lidiar con ellos, limpiarlos, se vomitan , ensucian todo, dañan todo!”, “qué miedo y que tristeza traer un hijo a este mundo a sufrir, este mundo que no tiene nada bueno que ofrecer”, “me siento bien con mi esposo o esposa, un hijo puede perturbar nuestra relación que viene tan bien”.

¿Cuál es la verdad? ¿Cuál el mejor camino? ¿Qué es lo más conveniente? No olvidemos que el Señor nos invita a ser mansos como palomas pero astutos como serpientes: la astucia para descubrir que hay ideologías y mentalidades distorsionadas, como son el hedonismo, la ideología de genero, las ideas que impulsan grupos como las feministas que apelan a defender los derechos y la libertad de la mujer, pero cerrándose a valores fundamentales como son la vida, el amor y la realización integral de las mujeres al ser madres.

¿Qué te pareció el video? ¿Conoces otros casos y argumentos en relación a este tema? Tus comentarios son muy importantes.