

«No se enciende una lámpara de aceite para luego cubrirla con una vasija de barro, sino que se pone sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa» (Mateo 5, 15).
Entonces si la instrucción de Jesús es tan clara, ¿por qué no se le da la atención y cobertura que se merecen los juegos Paralímpicos? ¿Sus vidas y testimonio de superación y fortaleza no son acaso una luz que nos inspira a todos?. Hace unas semanas compartimos contigo el trailer oficial en el que usaron como frase inspiradora «sí puedo» que seguro te movió las entrañas. Si no has visto ese post, corre a verlo y luego sigues la lectura, te aseguro que te va a cambiar el día.
Pero ahora quiero llevarte a un territorio un poco más profundo y compartir contigo un video para que miremos los Juegos Paralímpicos no solo desde la grandeza de los deportistas, su esfuerzo y superación, sino que desde otra perspectiva, la nuestra, los que somos espectadores.
Mi formación profesional es de profesor de Educación física y deportes y por lo tanto, con toda autoridad puedo decir que lo que acabamos de ver en este video son tremendos deportistas con unas aptitudes y condiciones envidiables por cualquiera de nosotros, pero al mismo tiempo lo que veo es gente que hace movimientos extraños, para algunos quizás hasta torpes y grotescos. Técnicamente no se nada así, al menos no de la forma convencional. Para muchos esto no es un espectáculo lleno de gracia y coordinación, por lo que naturalmente les genera algunas sensaciones no siempre agradable. ¿Será por eso que no se transmite en televisión? No quiero pecar de sincero, pero me parece que, aunque reconocemos que los atletas paralímpicos son personas ejemplares, la cultura y el estereotipo de “cómo deben ser las cosas” nos hace sentir que es feo verlos practicar sus disciplinas, es incómodo ver como se mueven en el agua, como saltan, como corren, como hacen todo con los pies y boca.
No salen en televisión porque es incómodo ver personas con discapacidad esforzándose. Como sociedad se nos hace incomodo verlos a los ojos, se nos hace incómodo disfrutar de su esfuerzo y sacrificio. Caemos en un doble discurso, en el que valoramos lo que hacen pero no queremos verlo.
Es por eso que quiero compartir algunas ideas para la reflexión en tu grupo y comunidad. No pretendo resolver el tema, pero si invitarte al diálogo con tus hermanos de fe, con tu familia y amigos.
1. El sufrimiento nos incomoda y estar cerca de él aún más: Es mucho más fácil poner dinero en una alcancía para una fundación benéfica que ir a visitar esa fundación y compartir con sus beneficiarios. ¿Por qué nos desentendemos del contacto, del conocer al otro y nos conformamos con un aporte material?
2. Rechazo al verdadero esfuerzo: Nos compramos las frases de Facebook e instagram que nos invitan a luchar por nuestros sueños, pero cuando hay que hacerlo de verdad, nos incomoda. Es mejor compartir la imagen en nuestro muro que esforzarse realmente. Aunque decimos que valoramos la virtud del esfuerzo, realmente no lo es tanto, preferimos a un Usain Bolt o a un Michael Phelps, que claro, se han esforzado para llegar donde están, nadie cuestiona de eso, pero sin duda son unos talentosos y dotados para el deporte. Su desempeño deportivo nos conmueve más que el de un deportista no tan dotado ni talentoso, pero que desde nació ha dado la pelea por salir adelante y triunfar.
3. En su lugar, ¿haríamos lo mismo?: Cuando veo personas con discapacidad me cuestiono sobre si yo haría lo mismo, si me esforzaría de la misma manera y si buscaría superarme. Probablemente mi frágil carácter me llevaría a deprimirme y rendirme. Parece que escapamos de ese pensamiento, no queremos ponernos en su lugar. Ni pensar en imaginar en nuestras esposas o hijos viviendo eso, por eso la sociedad huye y no quiere mirar a los hijos y esposas de alguien, quienes teniendo una discapacidad, aparecen corriendo y saltando por televisión. ¿Qué harías en su lugar?.
4. Nos cuesta encontrar el valor en lo diferente: ¿Cómo motivar a alguien que le faltan tres extremidades? En la última parte del video, el nadador que lleva la delantera lo hace impulsandose con su pierna izquierda, la única extremidad que tiene. ¿Qué habrá tenido en su cabeza la persona que se le ocurrió decirle que nadar era una buena idea? ¿Qué le habríamos dicho nosotros?
Si quieres seguir en vivo la transmisión de los Juegos Paralímpicos Rio 2016, te dejamos un link que da la organización en donde hay muchos enlaces para poder disfrutarlos en vivo dependiendo del país en donde te encuentras.
0 comentarios