

Si hay algo que ha quedado claro a lo largo de los últimos 70 años, desde la creación de las Naciones Unidas en 1947, es que casi sin excepciones, la Organización funcionó como un ariete de los poderosos contra los países menos desarrollados. Pretender un “congreso de naciones” en la que cada nación tenga voz y voto por igual era una fantasía irrealizable. Desde los primeros años, los poderosos comenzaron a “mostrar las uñas” e inventaron diversos mecanismos, como el poder de veto en el consejo de seguridad, o la presión mediante los organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, etc), para aquellas naciones que se opusieran a los mandatos de los poderosos.
No es un secreto que la imposición de agresivas políticas de control de población comenzó en las Naciones Unidas alrededor del año 1975. En 1974, el entonces director del consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos publicó un informe secreto (NSSM 200, “Implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad de EE.UU. e intereses de ultramar” en los que recomendaba que se apuntara como política exterior de los Estados Unidos el control poblacional sobre 13 naciones como medida de protección de los intereses americanos en el mundo. Desde 1974 hasta 1994 este documento permaneció secreto, y los que comenzábamos a hacer nuestro primer activismo provida a finales de la década del ‘80 y principios de la década del ‘90 éramos señalados como “conspiranoicos” cuando denunciábamos la presión internacional para la aprobación de medidas de control de la población en nuestros países.
Hoy, con más de 40 años de esta “colonización cultural” como la llama el Papa Francisco, queda claro que el objetivo de reducir la población mundial está a la orden del día, y lo podemos ver en acciones concretas. Por eso, cuando desde Estados Unidos comenzaron a arreciar estos ataques, coincidentes con la elección de Barack Obama en la presidencia de los Estados Unidos, las naciones africanas comenzaron a ejercer una presión constante no aceptando las imposiciones de los poderosos. Cuando Vladimir Putin reasume como presidente de la confederación Rusa en mayo de 2012, decide hacer también frente a la imposición de las políticas antinatalistas de occidente, y comienza a hacer lobby en contra de todas estas resoluciones, aun sin liderar esa oposición. El golpe genial comienza a gestarse en 2014, cuando los países que forman el Consejo de las Naciones Unidas para los derechos humanos reciben el apoyo de Rusia para algunas cuestiones relacionadas a la familia. Con la elección de 2013 Rusia formaba parte del Consejo, y en 2014 la composición de países llegó a una “masa crítica” necesaria para intentar pasar una resolución revolucionariamente profamilia, cosa que en años anteriores hubiera sido impensable. Los promotores de la resolución fueron atacados duramente durante la discusión de la resolución, y se trató por todos los medios de incluir redefiniciones de la familia (como una familia monoparental o familias de dos padres o dos madres) mediante maniobras fraudulentas ya que esas proposiciones fueron rechazadas durante la discusión del documento.
La votación final fue una victoria de los países profamilia, y el documento pasó tal cual había sido presentado sin enmiendas ni correcciones. La victoria fue por 26 votos a favor, 14 en contra y 6 abstenciones. Lamentablemente mi país fue uno de los que votó en contra y que además propició la “redefinición de la familia” como si la familia pudiera redefinirse.
¿Por qué es tan importante este documento? Porque sienta un precedente muy fuerte a favor de la familia natural, y en contra de todas las otras “formas de familia” que pretende imponer el lobby antifamilia desde las Naciones Unidas. Fue la primera vez en la que los países “centrales” fueron derrotados, y resoluciones posteriores fueron reafirmando este documento importantísimo.
A partir de ahora, tal como dice el video, las resoluciones de las Naciones Unidas que incluyan apartados atinentes a los Derechos Humanos deberán incluir medidas de fortalecimiento de la familia: pero no de cualquier “familia”, sino a la familia natural de padre y madre. La resolución corta de cuajo la política oficial de las Naciones Unidas. Desde la conferencia de la mujer de 1995 dominada por el feminismo radical, la política “oficial” de las Naciones Unidas había sido la de promoción de los “derechos de género”, y formalmente la redefinición de la familia.
¿Termina este documento con esas embestidas? Está claro que no. Pero por el momento da un respiro a las organizaciones profamilia, ya que corta de cuajo cualquier intento de las Naciones Unidas de intentar promover supuestos derechos a las “nuevas formas de familia”. Claro que estos enemigos de la familia no descansan, y los frentes de la batalla son incesantes. Una reciente resolución de Corte Interamericana de Derechos Humanos parece obligar a todos los países de América a brindar derechos igualitarios al matrimonio. El gobierno de Costa Rica ante la multitudinaria movilización popular en contra del llamado “matrimonio gay”, pidió una “opinión consultiva” a la Corte Interamericana, y ésta dictaminó, que los países miembros tienen que promover el derecho al “matrimonio” gay y a la adopción homoparental.
¿Qué hacemos los ciudadanos de a pie, los que no podemos hacer más que participar como espectadores de estos duelos de la “Alta Política”? En primer lugar, tomar conciencia de que estos poderes están comprando voluntades políticas en todo el mundo. A los políticos que fomentan estas prácticas antifamilia se los subvenciona millonariamente, y a los políticos que se declaran a favor de la familia se los ignora, o se los persigue abiertamente.
En segundo lugar, recordar los principios no negociables de Benedicto XVI para elección de candidatos. Busca a tus candidatos políticos y pregúntales específicamente sobre estos temas, y su postura al respecto. Dile que no lo vas a votar si no tiene una posición clara y concreta con respecto a la defensa de la vida y la familia. Si en tu país no hay políticos que sostengan estos principios… ¿No sería hora de involucrarse en política?
Otro campo de acción interesante son las plataformas online que presentan cotidianamente peticiones en contra de estas iniciativas. Hay que firmarlas y difundirlas, porque si bien no son votaciones certificadas, los políticos ven cuando una petición alcanza números multitudinarios.
Y por supuesto, como siempre tenemos que educarnos y ejercer las dos primeras obras de caridad espiritual: enseñar al que no sabe y corregir al que yerra. Y luego, difundir este tipo de videos que nos expone buenas razones para defender a la familia:
Defendemos a la familia porque es el mejor ámbito para la educación de los hijos: No solo en la escolarización, como dice el video, sino en la educación general de los niños. Para que un niño tenga las mejores oportunidades es sumamente beneficioso que reciba la educación de parte de su padre y de su madre. Tomemos un ejemplo: habitualmente las madres son más sobreprotectoras y los padres tienden a transmitir confianza al niño para enfrentar al mundo con sus propios recursos. Cuando vemos a un progenitor lanzando a su hijo pequeño al aire y luego atajándolo, existe una enorme posibilidad de que el progenitor sea su padre. Un niño que se cría con ambos padres recibe la adecuada dosis de protección y osadía que se requiere para poder enfrentar al mundo con confianza, pero sin temeridad.
Defendemos a la familia porque es el mejor ámbito para la salud de los niños: Como dice el video: doble ingreso y tiempo dividido para atender al niño cuando enferma. Pero la familia natural intacta también es el mejor ámbito de protección para los miembros más frágiles de la sociedad: los enfermos. Como dice el Papa Francisco: “La familia es el hospital más cercano, la primera escuela de los niños, el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, el mejor asilo para los ancianos” Nadie duda que una madre va a atender mejor a sus hijos que la mejor enfermera del mundo, pero para que esa madre pueda “desatender” momentáneamente a los otros hijos, necesita que los “atienda” su padre, que también sale a trabajar para que esa estabilidad económica de la familia permita seguir atendiendo a los más frágiles.
Defendemos a la familia porque es el mejor ámbito para promover y proteger la dignidad de la mujer: El padre presente fomenta la seguridad en las niñas, y las hace comprender cómo es el amor de un hombre cabal. El padre es el primer “novio” de sus hijas mujeres, pero sienta un precedente importantísimo para niños y niñas: con cada trato de amor hacia su esposa, le enseña a su hija lo que debe esperar de su futuro esposo, y eleva el estándar de lo que el hijo varón debe ser al tratar a una mujer. Un matrimonio bien avenido es una escuela de amor humano incomparable, y el aporte de la familia a la dignificación de la mujer es único.
Defendemos a la familia porque es el mejor ámbito para promover el desarrollo de las naciones: Esto puede parecer algo “exagerado”, pero, como dijimos, las familias estables son el mejor ámbito para la crianza de los hijos. Las consecuencias del divorcio se imprimen en el carácter de los niños. Los niños que provienen de hogares con padres separados tienen hasta nueve veces más posibilidades de cometer crímenes en la adolescencia que aquellos que están en un hogar estable. Sucede lo mismo con el abuso de sustancias ilegales, la promiscuidad sexual, el abandono escolar y la tasa de suicidios. Estos datos los otorgó el Secretario de pensiones del Reino Unido, diciendo que el divorcio le cuesta al estado más de 110 millones de euros al año.
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