

Hace algunos días Buenos Aires vivió una tragedia terrible relacionada al uso de drogas. 5 chicos que participaron en una multitudinaria fiesta electrónica fallecieron debido al consumo de una pastilla llamada «Superman» (un tipo de metanfetamina). Otros 5 chicos fueron internados en estado crítico. Estos hechos generaron un revuelo mediático y social muy importante y abrieron paso a muchas reflexiones sobre el uso de drogas, la educación de los hijos y la seguridad en este tipo de eventos.
Es lamentable que tengan que pasar hechos como este para que la sociedad tome conciencia del uso de drogas. Es lamentable también que las discusiones generadas a veces giren mucho en torno a la seguridad, a la responsabilidad de los organizadores y de las autoridades, o solo al problema del narcotráfico. Si bien todas estas reflexiones son importantes, lo primero que hay que preguntarse es por qué los jóvenes buscan las drogas. Unas primeras respuestas son la necesidad de encontrar vías de escape, formas de evasión de la realidad, salir de la rutina, hacer algo diferente, sentir emociones intensas, etc. Estas respuestas son correctas: los jóvenes buscan algo. Pero es ese «algo» lo que no está muy claro. Ese «algo más» que la sociedad no les puede proporcionar, eso podría ser el centro del debate.
Con este contexto en mi mente y corazón les comparto este video. Forma parte de una campaña de prevención del uso de drogas de la FAD (Fundación de ayuda contra la drogadicción). Con el slogan «cuantas más cosas construyas en tu vida, menos espacio dejarás a las drogas» buscan sensibilizar a la juventud sobre este terrible mal. El mensaje que busca transmitir es el de crear, crear cosas que tengan significado para cada uno y de esta manera no dejar más espacio para las drogas. Creo que aporta algunas cosas interesantes como que las personas buscamos darle sentido a la vida, sobre todo en las que son muy palpables en la vida cotidiana: levantarse en la mañana, enfrentar el día, trabajar, estudiar, cuidar a personas, etc. Todas esas cosas tienen que tener un propósito, o por lo menos deben ser tolerables pensando en un bien más grande. Cuando no hay ese propósito la vida se transforma en un sin sentido. El video capta muy bien esa necesidad de sentido: en los rostros que aparecen se respira la búsqueda, el reclamo interior, los deseos de más, pero me parece que al mismo tiempo no da respuestas suficientes. El crearse uno mismo un propósito, no alcanza para satisfacerse.
Los sentidos que nos podemos dar a nosotros mismos son frágiles y la mayoría de las veces no resisten las dificultades de la vida. Por más persistente, obstinado y terco que uno pueda ser con su propósito, éste termina vacío. En esta línea van algunos de los peros que tengo con el video. Propone una vida con sentido, sin darle un sentido a la vida y desde una perspectiva un poco egoísta e individualista. El ideal de vida que plantea es el del yo preocupado de sí mismo. Las otras personas me sirven en cuanto me dan un propósito, pero en el momento en que ya no lo hagan, las puedo dejar de lado y seguir mi propio camino.
No creo que yo deba decirte cuál es el sentido de la vida. Solo te comparto algunas sencillas palabras de la sabiduría de la Iglesia que te pueden iluminar: «El hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás» (Gaudium et spes, 24).
La respuesta a los anhelos de sentido y de propósito se encuentra en el amor.
Para profundizar un poco más en este tema, te dejamos un artículo que te será muy útil:
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