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Hoy les presentamos un comercial de la marca de pastillas para dejar de fumar “Nicotinell”. Esta empresa promociona su producto de una forma muy interesante pues logra evidenciar una dinámica presente en la vida del todo hombre y que, si profundizamos aún más, se da de manera espiritual en nuestra vida cristiana y que va perfecto con el tiempo que comenzamos hoy: cuaresma. Pero ¿De qué dinámica hablamos? la de Perder para ganar, y si lo queremos poner en términos cristianos: morir para vivir.
El video nos muestra que un sencillo acto de renuncia como dejar de fumar, puede desencadenar una serie de consecuencias positivas en la vida de una persona. Desde el inicio del comercial se nos plantea en una frase una oferta a comprobar: “sacrifica un cigarro, camina en la luna”. Luego evidencia, de modo exagerado, pero no menos real, que tener una mano libre posibilita a las personas que antes fumaban a realizar otras actividades que quizá no podian desempeñar por tener un cigarrillo en ella.
Es curioso que el mundo en que vivimos nos proponga el sacrificio como una dinámica posible y positiva para nuestro despliegue. La frase (que en inglés suena mejor por la rima), grafica muy bien esta realidad: “no pain, no gain” (sin dolor, no hay ganancia). En las circunstancias existenciales en las que peregrinamos en este mundo, es inevitable enfrentarnos al sufrimiento, a la renuncia y el sacrificio. Los cristianos sabemos por nuestro Señor, que la dinámica para vivir en la libertad de los hijos de Dios, implica el paso personal de la muerte a la vida. Por eso para nosotros incluso las renuncias encuentran un sentido positivo, pues estas nos ayudan a llegar a la verdadera Vida, a la plena felicidad que Dios nos ofrece.
En su mensaje por cuaresma del año 2014 el Papa Francisco nos decía:
En esta cuaresma esforcémonos por comprender, cada vez más, la historia pascual y cada una de nuestras historias encuadradas en esta dinámica, así lucharemos siempre por revestirnos del hombre nuevo para morir a los vicios del hombre viejo que nos quitan libertad, nos privan del encuentro con los demás, y nos impiden “volar alto” por el fascinante camino de la santidad que Dios nos ofrece.
Parafraseando la última frase del video podemos concluir afirmando: que las cosas grandes suceden cuando te sacrificas. ¡Cuando mueres a ti mismo, podrás recibir a Cristo!
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