Ser padre significa transmitir la vida, expresarla y darla de corazón a corazón. Me gusta pensar que eso significa celebrar el día del padre, así la preocupación de qué le voy a regalar a papá queda en segundo plano y podemos pensar que con cada detalle que ellos nos han transmitido, nos han dado los grandes regalos a lo largo de nuestras vidas. Y es que de eso se trata, de celebrarlos porque estamos agradecidos, porque no hay nada en el mundo que podamos regalarles para igualar todo lo que han hecho por nosotros. Solo eso, seguir transmitiendo la vida, ser nosotros «padres» para los demás.



No permitamos que lo único que nos haga valorar lo que nuestros padres han hecho por nosotros sea el paso de los años. Que cada gesto de caridad y ternura que tengamos hacia ellos pueda expresar toda nuestra gratitud, pues la gratitud significa sentir que has recibido algo que sabes, no podrás pagar jamás.

Y es que ser padre no es fácil. Nadie te da un manual de instrucciones y cada hijo es diferente. Así como nuestros padres han sabido ser constantes y presentes (y así no lo hayan sido siempre), han tratado de darse a si mismos y eso es lo más valioso que hemos podido recibir.

«El padre “sabe todo lo que cuesta transmitir esta herencia: la cercanía, la dulzura y la firmeza” pero también “¡cuánto consuelo y cuanta recompensa se recibe cuando los hijos rinden honor a esta herencia! Es una alegría que redime toda fatiga, que supera cada incomprensión y cura todas las heridas» (Papa Francisco).

Acá les dejamos otro bonito video para expresar todo lo que ellos significan para nosotros.

¡Feliz día para todos los papás! ¡Dios los bendiga infinitamente! 😉