

El tema del aborto siempre será complicado de tocar, es una de esas palabras que genera incomodidad, discusión y desagrado en muchas personas. Algunos tratan de evitarlo al máximo, guardan silencio o simplemente evaden el tema con un «cada quien hace lo que quiere con su vida».
Este video me hizo pensar en el verdadero drama que viven aquellas mujeres que abortan, ¿tal vez hace falta frialdad? Tal vez hacen falta actitudes como la de la enfermera, hace falta ser frío y duro con las palabras, al fin y al cabo a eso van las parejas a una clínica de abortos ¿no?, a terminar con la vida de un niño que podía haber llegado a ser un hermoso y joven. Me pregunto si la cara de todos los padres y madres (porque de hecho lo son así hayan tomado la decisión de abortar) sería esta, una sonrisa en el rostro, un suspiro de alivio.
Hay algo aún más peculiar en este video y es que no está presente la madre, solo el padre, inquieto en la sala de espera. Muchos olvidan el papel del hombre es estas situaciones y atribuyen toda la “culpa” a la mujer, cuando todos sabemos que un bebé nace del fruto de una relación de dos y no de uno. Ignoramos el dolor que también siente el hombre que no pudo llegar a ver a los ojos a ese hijo, olvidamos que él también cargará con el peso del aborto toda la vida y recordara por siempre el día en que tomó la decisión de no darle la oportunidad de vivir a ese bebé.
Tristemente he sido testigo de los rostros de muchas mujeres jóvenes y parejas al salir de una clínica de abortos y a ninguno lo he visto salir saltando en un pie de la alegría, a ninguno lo he escuchado decir, ¿adivinen qué? ¡abortamos! Eso jamás pasa y mucho menos se menciona la palabra en plural. Ninguna pareja sale riendo a carcajadas, con flores o globos de felicitación porque en el fondo sabemos que no hay ni una pizca de bien en aquel acto. Algunas veces las personas que se encuentran cercanas a una mujer que tiene la intención de abortar se encargan de armar todo un espectáculo de «es lo mejor que puedes hacer» y falsamente llenan de argumentos que “empoderan” a esa mujer confundida, para que ella misma se crea la mentira de pensar que efectivamente es lo mejor, no solo para ella sino para toda la humanidad.
Las parejas que abortan pueden llevar el secreto hasta la tumba, no es algo que los llene de orgullo, al contrario los sentimientos de culpa y remordimiento están presentes no a cada instante pero si toda la vida. El aborto es como la sombra que siempre los acompaña, podemos ignorarla y caminar sin percatarnos de que está allí pero nada ni nadie borrará el recuerdo de aquel día. Dios, desde su infinita bondad puede llegar a mitigar el dolor, a sanar poco la herida e inclusive a dar la oportunidad de convertirnos en ser padres de nuevo.
Pensemos por un momento en la situación que plantea el video: ¿Nos sentiríamos confundidos si alguien nos felicita? ¿Reaccionaríamos de buena manera? o por el contrario nos sentiríamos ofendidos. ¿Qué expresión tendría el rostro de un hombre al ser felicitado? ¿Qué sentiría ese corazón al que le dicen que el aborto fue todo un éxito?
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