Que no se hable de religión ni de política. Es la típica frase que usamos en reuniones familiares o de amigos para evitar conflictos y debates, pero, ¿qué tal si sí hablamos de estos temas con respeto y tolerancia?  

Este video Amazon en su línea Prime en el que se retrata la amistad de un sacerdote católico y un imam o imán, que es quién dirige la «oración canónica musulmana», hace uso de una corta escena en la que no hace falta ni diálogo para comprender la esencia de esta relación amistosa que nos deja un par de enseñanzas claves para este Adviento.

«Las religiones están llamadas a hacernos comprender que el centro del hombre está fuera de sí mismo, que tendemos hacia lo Alto infinito y hacia el otro que tenemos al lado. Hacia allí está llamada a encaminarse la vida, hacia el amor más elevado y más concreto: sólo este puede ser el culmen de toda aspiración auténticamente religiosa» (Papa Francisco).

En primer lugar, el comercial habla de un diálogo interreligioso del que ha hecho hincapié el Papa Francisco con palabras y acciones. Primero al visitar a los líderes de las Iglesias ortodoxa, judía, musulmana, entre otras; y en segundo lugar, invitándonos a rezar por esta intención en uno de los videos de la serie «El video del Papa» en el que nos insta a orar para que se dé este diálogo y para que «colaboraremos con quienes piensan distinto, pues por muchas religiones que existan hay una sola certeza que tenemos para todos: todos somos hijos de Dios».

Además, nos muestra la verdadera amistad basada en el amor y la tolerancia: no necesitamos pensar exactamente igual, ni vestir parecido, ni tener las mismas creencias para ser amigos. El mismo Jesús demostró mil veces que entablaba amistad con personas distintas a él, de otras regiones y con otras creencias; y aunque fuera criticado por hablarles o incluso por  ir a cenar en casa de estos personajes (que eran indignos para la época) Él los consideraba sus amigos.

Finalmente se retrata la necesidad de hacer obras de misericordia. Si nuestra fe se basa en el amor a Dios a través del amor al prójimo, debemos ser realmente serviciales con los demás tal como lo demuestran el sacerdote y el imán al regalarse mutuamente unas rodilleras. En este pequeño gesto está expresando el cariño, la preocupación y la atención a las necesidades del otro.

Ahora que hemos iniciado el Adviento, un tiempo de preparación para recibir plenamente al Señor en Navidad, qué mejor que recibirlo actuando misericordiosamente con nuestros amigos y conocidos, poniendo en práctica nuestra fe y demostrando que el catolicismo va más allá de unas cuantas ideas o un compromiso moral. ¡Qué nuestra religión sea la experiencia de encuentro con la persona de Jesús y con quienes nos rodean!.