

Hace algunos días me pidieron una charla sobre la Iglesia para un retiro de jóvenes. Puesto que es mi costumbre empezar con un video corto que introduzca el tema, estuve buscando en internet algunas posibilidades. Casi todos los videos que encontré, algunos bastante buenos, cojean por una razón: son fundamentalmente apologéticos. No tengo nada contra los videos apologéticos, sin embargo, no creo que la mejor manera de anunciar la riqueza de la Iglesia sea, por lo menos en un momento inicial, la defensa. Las personas necesitan primero conocer el «¿Qué es?» para después entender el «¿Por qué no es lo que otros dicen que ella es?«. Creo que es relativamente claro.
El problema fue que me quedé sin opciones. Y cuando estuve a punto a punto de renunciar a la proyección del video se me vino a la mente una escena de la película «Le concert» que me podía ser útil (Nuestro video de hoy). ¿Qué tiene que ver este video con la Iglesia Católica? Buena pregunta. En primer lugar quiero decir que es una metáfora, y como tal tiene limitaciones, sin embargo creo que nos ofrece algunos paralelos muy interesante para hablar de la Iglesia bajo una perspectiva de anuncio, es decir, catequética.
- La Iglesia es el Cuerpo de Cristo (790) y como tal puede hacerse un paralelo con la Orquesta Sinfónica de la película: Cristo es la cabeza de ese cuerpo (el director) y todos nosotros somos sus miembros. Cada uno ejerciendo distintas funciones, tocando instrumentos diferentes según nuestra propia vocación.
- La Iglesia es Templo del Espíritu Santo (797), es decir, el Espíritu Santo es su fuente y es el alma de la acción de la Iglesia. Por este don divino, Ella es capaz de escuchar de un modo especial y directo las enseñanzas de Cristo. Regresando al paralelo con el video, la Iglesia estaría representada por la violinista, aquella capaz de interpretar al milímetro la sinfonía (de la fe) que brota de la mirada y del corazón del Director. ¿De alguna manera la violinista no representa también al Santo Padre? Diría que sí, puesto que «Jesucristo la conduce y la gobierna, y sin dejar de dirigirla misteriosamente Él mismo, la hace también conducir y gobernar visiblemente por quien ocupa su lugar en la tierra; porque, después de su gloriosa Ascensión al cielo, ella no reposa sólo en Él, sino también en Pedro como sobre un fundamento visible para todos» (Henri de Lubac, Meditaciones sobre la Iglesia, Encuentro, Madrid 2008, pág. 147)
- Muy relacionado con lo anterior está el hecho que la Iglesia es también la Esposa de Cristo (796), con ello expresamos la existencia de una alianza eterna, una relación personal y misteriosa entre Cristo y Ella, por la cual resulta lógico concebirla como Madre y Maestra (808) de la fe. La tonada que brota de su violín nos unifica, nos permite tocar como una verdadera Orquesta Sinfónica, con una sola sinfonía, la de nuestra fe católica. ¿Se dieron cuenta que al inicio, cuando aún no ha intervenido la violinista, la interpretación musical es terrible? Cada uno toca por su lado y sin orden. Me hace pensar en las 40,000 confesiones de hermanos separados que no poseen el don de vivir como un solo Cuerpo, interpretando una misma sinfonía. Nuestra Iglesia es un don inestimable.
MAURICIO: Buena tu reflexión. Recomiendo un par de textos donde se profundiza en este idea de la Iglesia como Orquesta guiada por Cristo: 1.- Hans Urs Von Balthasar, La verdad es sinfónica. Sobre todo leer el prólogo es realmente bello. 2.- La exhortación post sinodal Verbum Domini, en un parte se habla de la revelación como esa sinfonía de sonidos. Creo que es nro. 7.
Te quedo muy agradecido jctuppia. Muy buena información. Gracias!
El 30 de abril de 2012 20:21, Disqus escribió:
bastante bueno!! y creo que tus comentarios son muy acertados capaz a una persona que no tenga tu facilidad de expresion y trasmitir la verdad le sea mas dificial usar el video!
Bendiciones!!