tregua de navidad

Este conmovedor video es un comercial de la cadena inglesa de supermercados Sainsbury que recrea un hecho histórico acontecido en la navidad de 1914 durante la Primera Guerra Mundial. Este año se celebrará el centenario de esta fecha conocida como la Tregua de Navidad y que nos ofrece elementos interesantes para reflexionar sobre el sentido de la navidad.

El 24 de diciembre de 1914 durante los enfrentamientos de tropas alemanas e inglesas en la Primera Guerra Mundial los soldados alemanes sorprendieron a sus rivales decorando sus trincheras con adornos navideños y entonando Noche de Paz. Los soldados británicos respondieron de inmediato cantando villancicos ingleses y dando inicio a un encuentro histórico de fraternidad y paz en el que ambas tropas hicieron un alto al fuego para compartir  saludos, regalos y celebrar juntos la Navidad, no como enemigos sino como hermanos.

Este encuentro y la fuerza de la navidad logró sacar a la luz una verdad: el enemigo no es más que otro ser humano, un hermano, alguien con una vida, una  historia, con personas que lo esperan y lo aman y cuya vida es igualmente valiosa que la del opositor. La guerra nunca será lo propiamente humano. Lo es el encuentro, el amor, la paz.

¿Pero por qué ocurre esto? ¿Cuál es la fuerza poderosa que ejerce sobre las personas el tiempo de Navidad?

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La Navidad tiene una fuerza muy potente que puede detener una guerra y sacar los más nobles sentimientos del corazón de los hombres.  Sabemos que es un tiempo distinto, en el que por alguna razón todos sentimos una necesidad especial de estar cerca de aquellas personas a quienes amamos. Sentimos el anhelo de reconciliarnos, de estar unidos. Una Navidad bien vivida, puede regalarnos momentos hermosos para atesorar durante toda la vida.

Para vivir la Navidad como esa auténtica ocasión de encuentro y comunión es necesario no desviar la mirada de lo esencial. No podemos dejarnos arrastrar por el caos de este tiempo, las compras, el tráfico, el ruido, la fiesta. Si lo hacemos así, no tendrá ningún sentido que cantemos “Noche de Paz”, cuando lo único que conseguiremos es llegar a la nochebuena agotados y con el corazón lleno de ruido.

Vivimos el verdadero encuentro porque es fruto de la Paz que vino a traernos el Señor Jesús al encarnarse y nacer como un pequeño niño demostrándonos el inmenso valor de la vida humana y el triunfo del amor. Todos estamos llamados a acoger este amor  si acogemos este misterio con un corazón abierto.

Vivamos este tiempo de Adviento como lo vivió María, en el silencio de una espera paciente y recogida. No permitamos que el consumismo nos prive de compartir lo que verdaderamente vale la pena: el encuentro, la amistad, el celebrar juntos que Jesús llega a nuestras vidas. Hagamos también una Tregua de Navidad en ellas, y dejemos que broten de nuestro corazón los sentimientos más nobles. De esta manera podremos tener el corazón dispuesto para celebrar una verdadera Noche de Paz.


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Foto de la tregua de Navidad en 1914
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Soldados compartiendo un cigarrillo