

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son tus verdaderos talentos o dones? O quizás, ¿has llegado a pensar que todas las personas, excepto tú, poseen algún talento?
Recientemente leí una frase atribuida a Honorato de Balzac que dice: «no existen grandes talentos sin gran voluntad». Y me quedé pensando que esa sencilla frase encierra una gran verdad. Cada vez estoy más convencido que todos los seres humanos poseemos algún talento o don.
Y en gran medida, somos responsables de lo que hacemos con ese o esos talentos que hemos recibido. También es cierto que esos talentos no se perfeccionan solos, detrás de cada gran historia hay personas generosas que creyeron que podía ser posible.
Que apoyaron de diversas maneras el esfuerzo y la voluntad individuales para que ese talento pudiese florecer. En esta serie de videos de la compañía de relojes Rolex se cuentan historias breves de directores destacados en el cine, y de cómo llegaron a descubrir y a desarrollar sus talentos.
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Pueden haber talentos, pero nadie llega a ningún lado solo
En este primer video, el director de cine mexicano Alejandro Gonzalez Inarritu habla un poco de su historia. De los grandes mentores en su vida que le han ayudado no solo en su carrera profesional sino también a nivel personal.
Personalmente, lo que más me llama la atención de este video es cuando menciona que su primer mentor de teatro le enseñó a cuestionarse y a abrazar la incertidumbre como parte del proceso. Que bien suena decirlo, pero abrazar la incertidumbre cuesta mucho.
Muchos anhelamos estabilidad en la vida. De hecho, gran parte de nuestras decisiones en la edad adulta joven están encaminadas a buscar cierta estabilidad. Pero Jesús mismo nos enseñó a confiar en Dios mientras nos esforzamos en hacer su voluntad en cada una de nuestras decisiones (Mateo 6, 33-34).
Abrazar la incertidumbre no significa quedarnos paralizados del miedo frente a lo que vendrá. Tampoco significa dedicarnos a vivir una vida desmesurada y de despilfarro porque «¿quién sabe que pasará mañana?».
Abrazar la incertidumbre es hacer lo mejor para cultivar los talentos que hemos recibido. Con la confianza que producirán su fruto a tiempo, no importa lo inseguras que parezcan las circunstancias. Si nos llamamos cristianos es porque estamos seguros en quién hemos puesto nuestra confianza.
Pero somos humanos, y es normal que tengamos miedos y tengamos inseguridades. Este video nos recuerda que en esos momentos difíciles de nuestras vidas siempre ha habido alguien que nos ha ayudado a perseverar a pesar de lo dudosas que parezcan las circunstancias.
También se trata de una invitación y quizás una responsabilidad de estar allí para animar a otros en circunstancias similares.
El poder del reforzamiento positivo
Aquí el famoso director James Cameron nos cuenta cómo durante la escuela secundaria tuvo un mentor que no solo le permitió dar sus primeros pasos en el teatro, sino que además le recordó que él tenía un «potencial ilimitado».
Para nadie es un secreto que aun vivimos en una época en la que el matoneo o bullying es una realidad. Sumado a que muchos niños y adolescentes no reciben de sus familias palabras de afirmación que les recuerden lo valiosos que son como seres humanos.
Este video simplemente resalta el increíble efecto positivo que una palabra correcta puede tener al momento de motivar a las personas para que abonen sus talentos. Pero no se queda allí, nos recuerda que tenemos la responsabilidad de transmitir lo que hemos aprendido a las nuevas generaciones.
Es curioso, porque es la misma invitación que recibimos en la parábola de los talentos. A no quedarnos con lo que nos ha sido dado sino a pasarlo y multiplicarlo. En otras palabras, a retornar más de lo que hemos recibido (Mateo 25, 14-30). Es una invitación que no se limita solo a la vida espiritual, sino a nuestra cotidianidad.
El valor de la integridad
Kathryn Bigelow describe a su mentor como una persona de gran honestidad e integridad en su trabajo. Multiplicar nuestros talentos no solo requiere voluntad sino disciplina e integridad.
Las personas de quienes hemos aprendido y que nos han apoyado en el camino nunca se van, se convierten en parte de nosotros mismos y sus palabras se quedan para siempre en nuestras memorias. Cultivar la integridad es entonces igual o más importante como cultivar los talentos que nos han sido dados.
El valor de inspirar a otros con tus talentos
El director Martin Scorsese nos muestra en este video cómo la pasión de algunas personas por lo que hacen o por lo que creen, nos logra inspirar e inflamar el corazones. Y es lo mismo que estamos llamados a hacer con otros, a vivir lo que creemos con alegría y pasión.
A usar nuestros talentos para ayudar a otros. Finalmente, quisiera concluir este post invitándote a pensar y trabajar en aquellos talentos que quizás no sean tan evidentes, aquellas cosas que te definen solo a ti pero que quienes te conocen bien pueden percibir.
Hay talentos que quizás no sean admirados en televisión o en revistas. Pero que pueden hacer la diferencia en la vida de quienes te rodean. Son esos talentos los que traen de vuelta esperanza, alegría, alivio o consuelo a tantas personas en necesidad. Nos recuerdan que nuestro potencial para hacer el bien a otros es «ilimitado».
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