Un día, Leonia, creyéndose ya demasiado mayor para jugar a las muñecas, vino a nuestro encuentro con una cesta llena…
¡Jesús mío, te amo! Amo a la Iglesia, mi Madre. Recuerdo que «el más pequeño movimiento depuro amor es más…
Durante mucho tiempo, en la oración de la tarde, yo me colocaba delante de una hermana que tenía una curiosa…
Jesús ha querido darme luz acerca de este misterio. Puso ante mis ojos el libro de la naturaleza y comprendí…
Para mí, la oración es un impulso del corazón, una simple mirada lanzada hacia el cielo, un grito de gratitud…
Comprendo y sé por experiencia que «el reino de Dios está dentro de nosotros». Jesús no tiene necesidad de libros…