«Había perdido la fe y la esperanza en el mundo… No tenía nada que ofrecer y nadie tenía nada que…

«Había perdido la fe y la esperanza en el mundo… No tenía nada que ofrecer y nadie tenía nada que…
Cuando éramos niños nos enseñaron que para cruzar la calle había que parar, luego mirar que no viniera ningún carro…
El «miedo a equivocarse» nos acompaña desde que somos niños, no queremos cometer errores, ni «meter la pata» como dicen…