

Desde el ataque a Siria el jueves pasado, no han parado de surgir profecías apocalípticas, en las redes sociales, en los diarios y en algunos hermanos católicos, que tienen alguna remota idea de que en la Biblia hay un libro que predice montones de calamidades, que se llama Apocalipsis, pero no entienden bien de qué se trata. Lo único que queremos para Siria es la paz.
Por eso les dejamos 3 puntos para entender la raíz de estas profecías apocalípticas:
1. ¿Qué son las profecías?
En el recto entender católico un profeta es aquel que ha tenido un encuentro íntimo y personal con Dios en el cual ha recibido la misión de comunicar algo revelado, es decir, comunica a los seres humanos en nombre de Dios. Dicho esto podemos aproximarnos con mayor reverencia a lo que una profecía significa para un cristiano: una revelación de Dios.
Las profecías se van a cumplir. Todas. La profecía más grande de todas ha sido la misma venida de Jesucristo. Punto. La Revelación se cerró, justamente con el libro del Apocalipsis. Que es un himno profético sobre la historia del Pueblo de Dios desde la Redención a la Parusía. Es decir, desde la primera venida de Cristo hasta su segunda venida. Y el Apocalipsis es un canto de Esperanza en la segunda venida del Señor. ¡No es un cuento de terror para niños impresionables, es toda nuestra esperanza realizada!
2. No seamos insensibles
Al sugerir que “Dios está castigando a Siria” por alguna causa remotamente plausible, ya no estamos dentro de la escatología católica (el estudio de los últimos tiempos) sino en maldad supina y algo de tontería. Las fotos virales que hacen alusión a versículos de la Biblia del libro de Isaías (Is 17, 3-4) y el castigo del pueblo sirio, en primer lugar están fuera de todo contexto en espacio y tiempo, y en segundo lugar, estos versículos no dicen exactamente lo que circula en las redes. Este fragmento de la Escritura habla de sucesos ocurridos en el Antiguo Testamento. Isaías predijo el final del Imperio Asirio y ese es el texto en cuestión. El profeta está prediciendo que ese reino triunfante en ese momento va a ser destruido. Damasco, una de las principales ciudades va a dejar de existir. Ese es el contexto. Lo que está sucediendo en estos días en Siria es nada más que fruto de la codicia de los hombres y la mentira como medio de decisión política.
3. ¿El final de los tiempos?
Cuentan que un día, San Juan Bosco se paseaba por el oratorio y vio a un grupo de niños jugando. Se acercó, y les preguntó: «¿Qué harían si les dijera que en media hora es el fin del mundo? Uno de los niños dijo: Yo me iría a confesar. Otro contestó: Yo me pondría a rezar inmediatamente. Otro contestó: Yo iría a despedirme de mis padres. Y el último contestó: Pues yo seguiría jugando». Este último niño era santo Domingo Savio. Él ya se había confesado, había rezado lo que tenía que rezar y sabía con certeza que después del fin del mundo vería a sus padres. Lo que le tocaba hacer en ese momento era jugar.
Cuando Nuestro Señor le dice a los Apóstoles que «nadie sabe el día ni la hora» no está diciéndonos que podríamos averiguar el año y el mes. El Señor usa una exageración, o más bien una hipérbole para indicarnos cómo tendríamos que comportarnos frente a la Parusía: «En cuanto a ese día y esa hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre». ¿Qué quiso decir? ¿Que hay algo que Él no conoce y el Padre sí? Naturalmente que no, lo que está expresando es que a Él, en su naturaleza humana, no le está permitido saber el día y la hora. En síntesis: que no tenemos que preocuparnos por cuándo llegue, sino hacer como santo Domingo Savio, ya haber rezado, ya habernos confesado y sabremos que el Dios de misericordia no permitirá que un cabello caiga de nuestra cabeza.
Cuando estas noticias graves y funestas nos golpean, tenemos que clavar las rodillas en frente del Santísimo Sacramento, para que estas pruebas que están pasando los habitantes de Siria sean breves, y que Dios los pueda encontrar en gracia.
Desde tu lugar hay mucho que puedes hacer por ellos, te dejamos un post que puedes leer aquí con una iniciativa para ayudar a nuestros hermanos en guerra.
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