san Valentin

Luego de san Valentín, podemos meditar en una gran verdad: fuimos creados para el amor. Somos producto de un pensamiento amoroso de un Dios que nos ha amado a tal punto de dar su vida por cada uno de nosotros. Descubrir la alegría de amar es un gozo muy enorme para el corazón.

Como seres con vocación al amor, nuestro corazón va a hallar su plenitud precisamente amando y dejándose amar.

En tu corazón y en mi corazón descansa la presencia del Señor, su imagen es la que nos mueve a amar. Es la presencia de Dios en nuestros corazones aquella que alimenta en nuestro ser un anhelo de ser amados. Como una guitarra cumple su función emitiendo las melodías más hermosas, así tu alma y mi alma estarán en plenitud con Dios, amando y dejándose amar.

Acabamos de festejar San Valentín, día del amor y de la amistad. Es una fecha donde muchos aprovechan para manifestar de forma muy especial el amor a aquellos seres especiales, que hacen parte importante en nuestras vidas; las citas especiales, las sorpresas a aquel ser especial no se hacen esperar en estas fechas.

Quiero pedirte que tengas presente una cosa. ¡El amor se vive y se celebra todos los días, no solo en san Valentín! Cada día es una auténtica oportunidad para amar, y nunca un detalle estará de más.

Por eso, ¡vivamos en un san Valentín perpetuo! Hoy también. Que la alegría de amar se manifieste hoy y todos los días de nuestra vida; que la gratitud y el anhelo de hacer felices a quienes amamos sean la consigna de cada uno de los días de nuestra vida.

Un disclaimer

Hago la aclaración: no está mal celebrar san Valentín ni otras fechas especiales similares, no está mal celebrar la amistad y el amor en este día. Solo recuerda el amor se vive y se celebra todos los días. Debemos tener, eso sí, especial cuidado de dejarnos envolver en el ruido de lo comercial, en el ruido de la algarabía y dejar de lado el sentido verdadero de esta fiesta: la celebración del amor.

Por esto te invito a que juntos descubramos 4 sorpresas que puedes hacer a aquella persona especial, a aquel hombre o mujer que el Señor te ha regalado para que camine a tu lado.

Descubrirás que estas 4 ideas te pueden ayudar a celebrar el don del amor con aquella persona, sea novio o esposo, que el Señor te ha regalado. ¡Te las comparto para que las descubramos juntos!

1. Atender los detalles

Un primer y muy especial detalle que se puede tener en San Valentín tiene mucho que ver con la atención que le prestas a tu pareja. En lo cotidiano se aprende a conocer a nuestros seres amados. Prestando atención notarás los gustos y las preferencias que tu pareja tenga.

¡Qué detalle prestar atención a los detalles! Imagina la felicidad de tu ser amado si le regalas su dulce favorito, aquel chocolate que más le gusta, por ejemplo.

Como te puedes fijar, este no es necesariamente un regalo costoso, suntuoso; el valor está en la atención que prestas a las cosas pequeñas. No hay dicha más grande para un corazón que saberse comprendido, que saber que se ha revelado a la persona correcta. ¡Sí! ¡La atención es un regalo muy hermoso que podemos dar este san Valentín!

En esto radica la alegría de amar: que seamos capaces de alejarnos del ruido de lo comercial y que nos adentremos en el corazón de quienes amamos. Verás que es más pleno el amor vivido en lo sencillo, en lo atento y en la magia de los detalles.

2. Una cita donde los dos corazones entonen una melodía de amor

Otro regalo muy importante y de mucho valor es el tiempo de calidad que le podamos dar aquel ser amado, a aquel ser especial que tenemos junto a nosotros. Muchas veces el ruido del mundo y la aceleración no nos permite tener momentos de calidad con nuestra pareja.  

Entendamos esto, hablar de una cita no es hablar de algo suntuoso, de algo en lo que se inviertan grandes cantidades de dinero.  ¡Qué dicha tan grande conversar con tu persona especial y reír hasta que les duela la barriga! En esto consiste la alegría inmensísima de amar.

Planea una cita donde ambos corazones se entonen, donde no haya prisa, donde puedan contemplarse el uno al otro como el don de amor que son el uno para el otro. Dialoguen, conversen, transmitan que sienten, que piensan.

3. ¡Un post-it! Porque un «te amo» nunca estará de más

san Valentin

¿Y si llenamos de post-it una pared? Antes de estos tiempos de redes sociales, las cartas eran un tesoro verdadero. Piensa en las cartas que los soldados en tiempo de guerra escribían a sus amadas.

Es otro detalle pequeño, pero tan lleno de amor y de tanta dicha para el ser amado. Uno que está al alcance de un papel y un lápiz.

Para que este regalo sea completo, es necesario que aquello que eres capaz de expresar en palabras lo demuestres con hechos. Las letras pueden decir infinidad de cosas, pero a la larga es el amor que le pongamos a todo lo que dará valor a aquello que podamos decir.

4. Tómense de las manos, fúndanse en un abrazo

san Valentin

No hay mejor regalo en estas fechas que la magia de un abrazo, que la dicha de tomar las manos de quienes amamos, de ser capaces de darnos un abrazo que rompa barreras, que rompa miedos.

Que juntos tomados de la mano los corazones se calmen, que se sepan amados y acompañados en todo momento y en toda circunstancia; que la alegría de amar corazones, almas, a través de un abrazo.

Sin reducir la afectividad a lo físico, sin depender únicamente de las manifestaciones físicas para dar amor… un abrazo, un beso, un apretón de manos puede decir infinitas veces que amamos a aquel ser especial. ¡Que un abrazo sirva para que ambos corazones se fundan en un latido de amor!