san lucas evangelista

Nos gustaría estar siempre metidos en el Evangelio, ser un personaje más, tener a Jesús en la cabeza como los que tienen una película, que han visto muchas veces y pueden describir escena a escena. Hoy quisiera hablarte de san Lucas Evangelista.

Empecemos por su nombre. Lucas significa «luminoso, iluminado», es un nombre que viene del latín «luce», que se traduce al español como «luz». San Lucas respondió generosamente a la llamada de Dios y puso a su servicio todos sus dotes y talentos personales, como lo explica esta meditación.

¿Qué sabemos de san Lucas?

Casi todo lo que conocemos de San Lucas lo conocemos por las cartas de San Pablo, que nos lo presenta como uno de sus colaboradores más fieles. Sabemos que era converso porque san Pablo lo menciona entre los que no provienen de la circuncisión.

San Pablo lo llama «Lucas, el médico muy amado». Probablemente, cuidaba de la quebrantada salud del gran apóstol. Otras cosas las sabemos a través de los libros que escribió: un hombre culto, escribía un griego muy elegante.

Algunos pasajes del libro de los Hechos, contados en primera persona del plural: casi escondiéndose, muy discretamente, pero con un gran amor a la verdad, fiel a su propósito de describir exactamente. Él estuvo en muchos de los acontecimientos de la iglesia naciente.

San Lucas escribió dos libros muy famosos: el tercer Evangelio y Los Hechos de los apóstoles. Tiene un estilo muy agradable, para muchos estudiosos, la forma de escribir más hermosa en el Nuevo Testamento.

1. No llamar la atención

San Lucas supo ponerse en segunda fila, renunció a brillar, para entregarse al servicio de lo que Dios le pedía. Se pone completamente al servicio de Pablo, al servicio, en realidad, de Cristo. También su preparación humana, algunos expertos encuentran en sus escritos la precisión típica de un galeno: sudor de gruesas gotas de sangre; fiebre de la suegra de Pedro precisa que era una fiebre muy alta. También sabemos que tuvo que pasar apuros muy grandes: naufragio con San Pablo, cerca del Malta.

En definitiva, Lucas fue un hombre fiel. Un hombre leal. Un hombre en quien se pudo apoyar el Señor. Probablemente, tuvo ocasiones de no serlo. Leemos en las cartas de san Pablo:

«apresúrate a venir cuanto antes, pues Demas me abandonó por amor de este mundo y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; [11] sólo Lucas está conmigo».

Allí estuvo.

Para llevar a Cristo a todas partes, tenemos que poner de verdad todos nuestros talentos, nuestras cualidades. Los posibles obstáculos son los del yo, los de la soberbia, que sale de una manera o de otra.

El egoísmo, que nos hace quizá calcular o que nos impulsa a un monólogo interior.

Las comparaciones, los conflictos interiores que la imaginación agranda o la susceptibilidad, que nos lleva a desconfiar de los demás y que, porque nos separa de los demás, ya tendríamos que darnos cuenta de que no viene de Dios, sino del enemigo.

2. La misericordia

San Lucas es el Evangelista que nos ha transmitido esas parábolas de la misericordia. El hijo pródigo, con ese gran protagonista: el Padre misericordioso. Transmite a un Jesús muy cercano a los pecadores, enfermos, pobres y necesitados. Su obra refleja a Jesús como el Hijo de Dios que vino a salvar lo que estaba perdido.

Otro nombre que le han dado a su escrito es el «Evangelio de los pecadores», porque presenta siempre a Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de las pasiones humanas.

San Lucas quiere insistir en que el amor de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de vida. Debe ser por eso, que los que vienen de lejos leen con tanto agrado y consuelo el evangelio de San Lucas, es que fue escrito pensando en ellos.

Lucas nos enseña que el sentimiento de misericordia de Jesús es de compasión y preocupación por nosotros, nos orienta por el buen camino como Buen Pastor, para llegar a la meta del cielo. Esta meditación lo explica más a fondo.

3. Cercanía a María

san lucas evangelista

Su Evangelio es el que narra los hechos de la infancia de Jesús, y en él se han inspirado los más famosos pintores para representar en imágenes tan amables escenas. Es llamativo que el propio San Lucas se excluya a sí mismo de las personas que fueron testigos directos de Cristo.

Siempre interesado por la verdad histórica, San Lucas reprodujo en su Evangelio aquello que había oído directamente a los apóstoles y discípulos de Jesús:

«según nos lo transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y luego servidores de la palabra, también yo, después de haber investigado con exactitud todos esos sucesos desde su origen, me he determinado a escribírtelos ordenadamente».

San Lucas es también el Evangelista que más nos habla de la Santísima Virgen, es muy probable que varios relatos los haya escuchado de sus propios labios. Hay una tradición que le atribuye la autoría de los primeros cuadros de Nuestra Madre. En todo caso, en su Evangelio hace un retrato de Santa María y de los momentos más importantes de su vida: Anunciación; Magnificat. Nos enseña que es una mujer profunda que ponderaba todas las cosas en su corazón.

 

¿Quieres conocer más el Evangelio de san Lucas? Te recomendamos nuestro curso «Los 4 Evangelios: El mejor camino de encuentro con Jesús», que será una oportunidad para conocer a profundidad cada uno de los 4 evangelios y lo que caracteriza a cada uno. Además, aprenderás más sobre los evangelistas y su contexto individual.