¡La revolución de la ternura! Qué bien suena y que gran invitación nos hace hoy el papa Francisco. La pandemia que está sufriendo la humanidad actualmente nos recuerda que nadie es ajeno al dolor. Sea por que hayamos estado cerca de personas que han sufrido a causa del COVID-19, o porque hayamos seguido las noticias al respecto, no podemos ignorar que esta crisis sanitaria ha sido causa de dolor para la humanidad entera.

Ante tanto desconsuelo y desesperación no podemos más que preguntarnos ¿qué puedo hacer yo por todos los que están sufriendo? A continuación, te comparto el video que el papa preparó para este mes de junio en el que nos hace una propuesta fantástica sobre cómo acompañar a las personas en el sufrimiento.

Acompañar a los que sufren con nuestra oración

En primer lugar, el papa nos pide que no olvidemos rezar por todas aquellas personas que se encuentran en situaciones difíciles. En concreto, hoy se nos invita a rezar por todos los perjudicados por la pandemia.

Rezar por alguien es algo tan sencillo que muchas veces olvidamos hacerlo. Lo cierto es que rezar por una persona es lo más grande que puedes hacer por ella. La oración es la forma escogida por Dios para entrar en intimidad y conversación con el hombre, es el momento ideal para mostrar a Dios el amor por nuestros hermanos y nuestro deseo de su bien.

Como un Padre amoroso, Dios no se resiste a las peticiones sinceras de sus hijos, y menos aún, a aquellas dichas en el ambiente de confianza y cercanía que es la oración. Por este motivo, rezar para que los que sufren encuentren consuelo es verdaderamente un acto de amor.

Además, Jesús nos enseñó que debemos amarnos los unos a los otros como Él nos amó, y una de las cosas que Jesús hizo por nosotros (y que sigue haciendo), es pedir al Padre por nuestro bien. No dejemos de hacer como Jesús y pidamos al Padre por el bien de todos nuestros hermanos, especialmente por aquellos que hoy están sufriendo.

Únete a la revolución de la ternura

En segundo lugar, el papa nos invita a acompañar a nuestros hermanos por medio de la compasión. Se nos propone permitir que el corazón de Jesús llegue a todos aquellos que se encuentran a nuestro alcance por medio de la ternura.

Cada encuentro que tenemos con alguien puede ser un lugar donde el corazón de Jesús se puede manifestar: un saludo cordial, cumplir con nuestras tareas con delicadeza, ofrecer nuestra atención. Todos estos gestos sencillos, de los que el mundo nos dice podemos prescindir, son los que convierten cualquier interacción humana en un encuentro del hombre con Dios.

El papa nos invita a ser revolucionarios de la ternura: a no dejar que un solo acto se nos escape sin que esté revestido del amor de Dios. El mundo en el que vivimos se encuentra tan confundido que nos incita a velar solamente por nuestros propios intereses.

La propuesta del papa es revolucionaria porque nos invita a vivir haciendo un esfuerzo por el bien de los demás, a poner cariño en cada cosa que hagamos para que quien sea que esté a nuestro alrededor se vea beneficiado
de nuestro esfuerzo.

Nos invita a abrir los ojos al dolor ajeno y a poner el corazón para ayudarles en su situación. Nos invita a amarnos como Jesús nos amó. Las muestras de ternura refrescan cualquier herida, son las pequeñas alegrías que aligeran el camino amargo del dolor.

Jesús está ansioso de poder llegar a todos los corazones que sufren, pero no puede hacerlo sin ti ¿te unes a la revolución de la ternura?