Esta humilde y pequeñita mujer (solo de estatura), fue la muestra perfecta de caridad, servicio y entrega desinteresada. Su amor y compasión por los más necesitados, será siempre el reflejo de un corazón obediente a Cristo.

«A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le falta una gota».  — Madre Teresa de Calcuta