Hace un tiempo, cuando se celebró el Año Sacerdotal convocado por el papa Benedicto XVI en 2009, un sacerdote, monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián (España) se animó a redactar un test que denominó: «Test de estima sacerdotal» para invitar a los fieles a valorar el aprecio que tienen por sus sacerdotes.

Es que los sacerdotes y su existencia no es solo un asunto que deba preocupar a los “altos dirigentes” de la Iglesia. El mundo completo requiere de ellos, pero muchas veces, entre lo duro que les da la prensa, lo poco visibles que son por estar siempre sumergidos en sus trabajos (que no siempre son visibles y públicos) nos cuesta valorarlos, comprenderlos y animar a otros, y a nosotros mismos, a hacernos la pregunta sobre la vocación.

Un sacerdote es mucho más que un tipo vestido de negro que celebra la misa los domingos por la mañana y el resto de la semana se pasa sentado en el confesionario esperando a que lleguen los feligreses arrepentidos. Ellos son, por voluntad de Dios, un regalo para el mundo, servidores de Dios y de la humanidad, para ayudarnos a que ambos nos encontremos íntimamente… aunque, lamentablemente, algunos (no muchos) por sus fragilidades y caídas han ido haciendo que el “gremio” pierda credibilidad pública, se los escuche poco y se les critique mucho. Por eso es que cae muy bien revisarnos a nosotros mismos y, usando el test de monseñor Munilla, revisar qué tanto valoramos a nuestros sacerdotes.

Este test fue publicado por la agencia Zenit, de donde tomamos las preguntas, respuestas y resultados, para preparar para ti este entretenido quiz 😉 Nos pareció un excelente recurso para el apostolado. ¡Comparte con tus amigos!

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