

[dropcap]E[/dropcap]s importante decir que los católicos no publicamos estos videos con un ánimo masoquista porque consideramos que este tipo de situaciones son un bien para estas personas. Como cristianos reconocemos que muchas de ellas son mal verdadero y por ello nos esforzamos en comprender su dolor y acompañarlos con nuestra solidaridad, cariño y oración.
Entonces, ¿por qué publicamos canciones de personas «felices» por tener enfermedades y problemas? Aquí está el asunto. Nadie canta «happy» por tener una enfermedad o condición dolorosa, lo cantan porque no SÓLO tienen eso. Estos cantos, desde mi punto de vista, celebran el hecho de que la vida y la felicidad personal no se reducen a una enfermedad ni se definen por ella. ¿Por qué hacemos este tipo de publicaciones? Porque en un mundo que constantemente valora y juzga al ser humano por su utilidad y sus capacidades, y sobre la base de una concepción esencialmente materialista de la persona descarta la vida de miles con la soberbia pretensión de saber en cuáles condicione se puede ser feliz y en cuáles no, vale la pena promover y celebrar las expresiones culturales que se oponen a dicho modo de pensar.
¿Dónde está la felicidad verdadera? ¿Quiénes tienen derecho a cantar «Happy»? Lo tenemos todos. Porque no hay nadie en este mundo, por más dolor y enfermedad que padezca, a quien le haya sido quitada la posibilidad de amar y ser amado. Punto. No hay nada más que decir. Ni la sordera, ni la ceguera; ni las enfermedades físicas, la vejez o el Síndrome de Down; ni la terrible situación de nuestros hermanos en Gaza e incluso la dolorosa tragedia de los cristianos perseguidos en Iraq, nos arrebatan la posibilidad de amar y ser amados; es más, muchas veces son ocasiones para demostrar nuestro amor y abrirnos al amor en un modo heroico. Por último, nada ni nadie pueden apartarnos del don infinito de ser amados por Dios; y es en ese amor y no entro donde descansa finalmente mi valor como ser humano:
«¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? Como dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se nos considera como a ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor» (Rom 8, 35 – 39).
Por estas razones les comparto con mucha alegría estos cantos:
1. El primero es el video principal de este post y es la versión de «Happy» del campamento católico para sordos Mark Seven en los EEUU.
2. Versión «Happy» con discacidades físicas
3. Versión «Happy» en situaciones de enfermedad
4. Versión «Happy» con Síndrome de Down
5. Versión «Happy» en la ancianidad
6. Versión «Happy» de los jóvenes de Gaza
(Rocio Garcia nos mandó esta impresionante versión con personas del campo de refugiados sirios «Darasakran» en Erbil. ¡Muchas gracias Rocio!)
Y por último, porque la santidad y el encuentro con Dios son en el fondo lo único que nos puede dar la auténtica felicidad, les dejamos la versión de «Happy» realizada para la celebración de las canonizaciones de San Juan Pablo II y San Juan XXIII
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