qué es la modestia

Bueno, si te soy sincera, este es un tema al que he ido dándole vueltas en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Si te digo la verdad, no tengo la respuesta completa. Pero creo que, si lo pensamos juntos, podemos llegar a construir una idea adecuada y no completamente subjetiva de lo que es la modestia.

Claramente, no te voy a escribir cuántos centímetros de pierna «puedes o no mostrar». Tampoco te voy a decir «solo tú sabes cuánto debes mostrar». Creo que ninguna de las dos aproximaciones nos van a ayudar a tener una idea positiva de lo que es la modestia. 

¿Qué es la modestia?

Santo Tomás de Aquino en la Suma teológica – Parte II-IIae – Cuestión 169 en la que habla de la modestia nos dice que esta virtud tiene un vínculo con las costumbres particulares y los convenios establecidos en diferentes ciudades o pueblos.

También nos dice que la falta de modestia alude a un afecto desordenado. Es decir, que en el uso de las cosas interviene el deseo y el gusto y que estos que deben ser ordenados en referencia a las virtudes cristianas de la humildad, la sencillez y la caridad.

Algo muy interesante que anota santo Tomás al final de esta cuestión es que «tanto la superabundancia como la deficiencia desordenada pertenecen al mismo género de jactancia».

Esto significa que la modestia no debe ser considerada como fealdad o estar desaliñado. Todo lo contrario: la modestia tiene todo que ver con la belleza. 

La Moda es un lenguaje no verbal 

qué es modestia

La forma en la que nos vestimos habla de lo que nos gusta, los lugares que frecuentamos, la música que escuchamos y los amigos que tenemos. Puede parecerte que lo que digo no tiene mucho sentido, pero piénsalo por unos momentos.

Podrás darte cuenta de que, en muchas circunstancias, has podido encontrarte con algún amigo o amiga que lleven puesto lo mismo que tú o un mismo modelo con diferente color. 

La industria de la moda contrata modelos, músicos y artistas famosos para usar sus productos para que las personas que deseamos «ser como ellos» compremos lo que llevan puesto.

En muchas ocasiones la industria de la moda vende más estilos de vida y estatus sociales que la misma ropa. Por esa razón, el mismo producto de diferentes marcas cuestan diferente, siendo la marca con más estatus la más costosa. 

A lo que quiero llegar es que con nuestra vestimenta comunicamos mucho de lo que somos y de la forma en la que pensamos. Vale la pena que reflexionemos con respecto a esto. Muchas veces lo que algunas personas deciden utilizar lo hacen más para seguir una moda que porque sea cómodo y adecuado con la dignidad de nuestro mismo cuerpo. 

¿La modestia es algo subjetivo u objetivo?

qué es la modestia

Es posible que nos encontremos con diferentes conceptos de modestia dependiendo de los lugares, el clima, la cultura y la religión. Entonces, sí, hay diferentes comprensiones de lo que es la modestia, ¿existe un concepto cristiano? Es más, ¿Jesús habló de la modestia en algún momento?

Una frase que se me viene a la memoria de las que pronunció Jesús la encontramos en Mateo 5, 27-28 que dice:

«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer (o a un hombre) deseándola (lo), ya cometió adulterio con ella (él) en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna».

Son palabras duras las que nos dice el Señor y creo que en muchas ocasiones se nos olvida la fuerza de su predicación. 

El corazón del Señor arde con el deseo de la salvación de todos los hombres. Podríamos decir, aunque parezca duro, que con nuestra decisión libre de cómo vestirnos, estamos poniendo en juego no solo nuestra salvación sino la de nuestros hermanos.

Es claro que con la salvación no podemos jugar. Nuestro anhelo es llegar al Cielo y compartir para toda la eternidad la dicha de la Gloria en comunión con todos los que hemos compartido el camino terrenal. Todo, repito, todo lo que hacemos debe ir encaminado hacia esa meta.

Esta es una pregunta que debemos aprender a respondernos con sinceridad, ¿para qué me pongo lo que me pongo?

En 1P 3,3 dice «que vuestro adorno no sea externo». Nuestro adorno es interior y esa interioridad se ve reflejada en nuestro yo-visible que es nuestro cuerpo. 

¡Recuerda la ley del amor!

Creo que la mejor orientación que podemos tener al pensar en la modestia es ¿qué quiero lograr con lo que me estoy poniendo? Cada situación y circunstancia nos pide una forma de vestir diferente. Es decir, no te vas a poner lo mismo para ir al gimnasio que para una entrevista de trabajo o para una boda.

Preguntar «¿cuál es la situación?» es relevante para saber más o menos qué nos podemos poner. Para ir vestidos según lo que pida la ocasión.

La dignidad, elegancia y belleza de nuestro vestuario hablará del respeto que tenemos por nuestro cuerpo. Del amor que tenemos hacia nuestros hermanos y el deseo que tenemos de no pecar ni hacer pecar a los que tenemos a nuestro alrededor. 

Muchos podrán decir «yo me puedo poner lo que quiera». «Si yo estoy cómodo, ¿por qué me voy a poner otra cosa por lo que piensen los demás?» o «si soy yo quien se lo está poniendo y me gusta».

Pero recuerda, ¡no estás solo! Compartes el camino con mucha gente diferente. Con muchas personas que han podido pasar por situaciones complicadas y estén luchando por vivir la castidad o manejar una adicción a la pornografía.

Si la elección de tu vestuario tiene en cuenta a las personas que te rodean, la dignidad de tu cuerpo y lo que quieres comunicar con él, creo que puedes ir en el camino correcto.

Pídele a Dios que te dé el don de la modestia, la virtud de la castidad y de la santa pureza para que cada día tu vestuario comunique tu amor por Él y tus deseos de compartir el cielo con todos los que te rodean.