

Con el Miércoles de Ceniza inicia el tiempo de Cuaresma. Es un tiempo litúrgico que nos invita a la penitencia y a la conversión, volviendo nuestras vidas a Dios.
Con la imposición de la ceniza, recibimos una invitación especial para vivir este tiempo de preparación al misterio pascual de manera más profunda; nos acercamos al gran momento en que Dios muere y Resucita para librarnos de nuestros pecados.
¡A continuación te contaré lo principal que debes saber del Miércoles de Ceniza!
¿Cómo inicia la tradición de imponer ceniza?



La costumbre de imponer la ceniza inicia con los primeros cristianos. Estos se colocaban la ceniza en la cabeza y se preparaban para recibir el sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
A partir del siglo XI la Iglesia impone las cenizas al comienzo de la Cuaresma, de nuevo, para recordarnos ese sentido de penitencia y conversión.
¿Qué significa la ceniza?



Simboliza la penitencia, la condición caduca del hombre y la súplica de la ayuda del Señor.
Con la imposición de las cenizas, recordamos que «Dios formó al hombre con polvo de la tierra» (Gn 2,7) y también que a ella volveremos.
La ceniza es un sacramental. Es decir, no confieren directamente la gracia del Espíritu Santo como los sacramentos, pero sí nos preparan para recibirla. ¡Todos pueden recibirlas! Incluso los no católicos.
¿En qué momento se imponen las cenizas?



La ceniza que se impone en la frente procede de los ramos bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior. Luego, estas se bendicen dentro de la Misa, después de la Eucaristía. Sin embargo, en circunstancias especiales, se pueden bendecir dentro de una celebración de la Palabra.
Es importante saber que solo pueden bendecirlas un sacerdote o un diácono.
¿Por qué se usa morado el Miércoles de Ceniza?



El color litúrgico del Miércoles de Ceniza y, a partir de entonces, de toda la Cuaresma es el morado. Es un color que simboliza la penitencia.
Toda la liturgia nos transmite el sentido de luto, de reflexión, de conversión, preparándonos para el misterio de la Pasión y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Por eso es que tampoco se colocan flores ni se entonan cantos.
¿El Miércoles de Ceniza es un día de precepto?



El Miércoles de Ceniza no es un día de precepto, como tampoco lo es el Jueves Santo o el Viernes Santo. Esto se debe a que no son días de fiesta, sino de conmemoración; no son días de celebración, sino de ayuno y penitencia.
Al no ser un día de precepto, tampoco es obligatorio recibir la imposición de las cenizas. Sin embargo, igual es muy recomendable participar de la Eucaristía y la imposición de las cenizas, ya que nos ayudarán a comenzar el tiempo cuaresmal fortalecidos por Cristo.
¿El ayuno y la abstinencia son preceptos?



Sí, son preceptos el ayuno y la abstinencia durante el Miércoles de Ceniza. Incluso Jesús dijo que sus amigos ayunarían cuando Él ya no estuviera con ellos (Lc 5:35).
El ayuno exige a los católicos desde los 18 hasta los 59 años reducir los alimentos usuales. Por ejemplo, ingerir una comida principal más dos comidas pequeñas que sumadas no sobrepasen esa comida principal. El Viernes Santo también es un día de ayuno y abstinencia.
La abstinencia exige a los católicos a partir de los 14 años a abstenerse de comer carne de mamíferos y aves de corral. Peces, anfibios, reptiles y mariscos son permitidos, así como productos derivados de animales (margarina, leche, etc.). También, todos los viernes de Cuaresma son días de abstinencia.
Además, tanto el Miércoles de Ceniza como cualquier día de la Cuaresma, estamos invitados a hacer algún «ayuno» que fomente el sentido penitencial: por ejemplo, «ayunar» de las redes sociales o de la cantidad de películas que vemos.
Gracias por la información tan concisa y clara, de cómo debemos vivir este tiempo de Cuaresma.
Muchas gracias por la catequesis. Dios siga derramando bendiciones sobre ustedes y continúen ayudando a más personas.
Muy buena información
Gracias por lo conciso y claro del significado de la Cuaresma y cómo debemos vivirla.
hola
Excelente! Gracias.
Gracias por el artículo. Viene a reafirmar la catequesis para seguir formándome y poder ayudar a otros a entender el verdadero sentido de este tiempo litúrgico.