¿qué es la libertad/

Vale la pena para conversar sobre el sentido auténtico de la libertad y para enfocarla también como un don de Dios para el hombre. Por supuesto, esto hay que explicarlos casi por oposición porque la mayoría de la gente está un poco «en la calle» con respecto a esto (salvo algunos por supuesto).

¿Qué es la libertad?

Este video de Luna Comunicaciones plantea una pregunta a varios jóvenes en la calle que es tan vigente como en aquellos años. ¿Qué es la libertad? Valdría la pena que nos detengamos y nos hagamos la misma pregunta una y otra vez a lo largo de nuestras vidas.

Las respuestas irán cambiando porque la libertad es algo que se conquista (y a veces se pierde) a lo largo de nuestra vida. Es una búsqueda constante, un estado interior, pero que también afecta y toca lo exterior.

Tipos de libertades

Es conocido que tradicionalmente muchos autores han reconocido o hablado de tres tipos de libertades: la libertad fundamental, la libertad psicológica o del libre albedrío y la libertad moral.

Cada una de estas libertades difiere una de la otra en cuando al grado de bien que se alcanza. No es lo mismo, pues una libertad que hace lo que quiere y que al final irónicamente se convertirá en una especie de esclavitud, que una libertad de elegir con conciencia lo óptimo para nuestras vidas.

Es entonces posible que cuando hablemos de libertad, también hablemos de sacrificio.

Dios y la libertad

Sorprendentemente, Dios nos da más libertad que nadie. Dios nos hace libres. Él mismo es la verdad, Dios mismo es el amor. Pero ¿cómo explicar eso?

Creo que lo podemos entender en la medida en que Dios respeta nuestra libertad. Es un don de enorme responsabilidad la libertad que nos ha dado. Dios no nos obliga a amarlo, a escogerlo. Nos dice que lo mejor para nosotros es hacerlo. Pero no nos obliga a elegirlo.

Dios respetará nuestros procesos, el propio camino personal. Se nos irá revelando poco a poco, pero al final la decisión es nuestra. Si nos hubiera creado de una manera distinta, no seríamos sus hijos, sino sus esclavos. ¿Te has puesto pensar esto?