

Gracias a Dios el apostolado que hacemos en Catholic-link (CL) no se limita a estar sentados detrás de un escritorio compartiendo recursos católicos a través de internet. Si es que nuestros recursos y comentarios sirven realmente para hablar de Dios es porque los hemos usado y los hemos confrontado en experiencias apostólicas concretas. Experiencias como la que queremos compartirles hoy, donde varios miembros de Catholic-link nos embarcamos, junto con 68 jóvenes italianos, en un hermoso viaje de misiones (organizado por el MVC Italia) a una de las zonas más pobres del Perú.
Documental de misiones 2014 from MissioniMVC on Vimeo.
Puesto que la comunicación es el corazón de CL, además de un intenso y muy lindo apostolado con los más pobres y con los chicos italianos, decidimos preparar un documental sobre los 20 días que duró la experiencia. En este post queremos compartirles un extracto del documental que narra la parte más intensa del viaje: el encuentro con Dios que tuvieron los chicos a partir de la experiencia de convivir con personas materialmente muy pobres pero espiritualmente muy ricas. Tal vez para quienes venimos de países de America Latina, que conocemos lugares de pobreza extrema, esto no sea una novedad; sin embargo, en Europa, en una sociedad donde se difunde con mucha fuerza la idea de que el sufrimiento y la felicidad son incompatibles, encontrar personas profundamente felices en medio de tanto dolor es una realidad que remese esquemas y obliga a replantearse muchas cosas.
«¿De dónde viene toda esa alegría? ¿De donde nace la esperanza que los saca adelante?» Eran las preguntas que los chicos no dejaban de hacerse y de hacerme; uno llegó a decirme, creo que recogiendo la experiencia de muchos: «Yo me esperaba encontrar gente frustrada y peleada con Dios. He encontrado todo lo contrario». Y otro remató con: «Nosotros, los que deberíamos agradecer por todo lo que tenemos, somos indiferentes con Dios, mientras ellos, los pobres, los que no tienen nada, son los que agradecen y aman a Dios. Alguien está mal en esta ecuación». Son frases auténticas fruto de corazones sorprendidos ante el misterio de la fe. Jóvenes que poco a poco fueron dándose cuenta que lo que define la verdadera pobreza no son las posesiones materiales, sino la falta de amor, de paciencia, de amistad, de esperanza y de fe. Porque en la pobreza más extrema, en el dolor más intenso, ninguna de esas personas había perdido lo más precioso que puede tener un ser humano: la capacidad de amar y de ser amados. Y es que ese es el don más precioso, aquel que define la auténtica riqueza del ser humano; un don que los pobres muchas veces ven con más claridad que nosotros.
No quiero extenderme demasiado, ojalá este extracto del documental les guste. Me encantaría que dejaran un comentario para saber qué piensan. Un gran abrazo a todos.
PD: Quienes quieran ver el documental completo (50′ minutos) lo pueden ver en este enlace.
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