

El 4 de julio se estrenó en EE. UU. la película «Sound of freedom» («Sonido de libertad»). La noticia es que esta película independiente ha conseguido desbancar el fin de semana de su estreno a otras grandes producciones, como la protagonizada por Harrison Ford, Indiana Jones y el día del destino.
Según los últimos datos, la película protagonizada por Jim Caviezel habría recaudado más de 14 millones de dólares en su primer fin de semana de estreno, una cifra nada desdeñable. Y en su primera semana en cartelera lleva acumulados más de 40 millones de dólares. Se podría decir que «Sound of freedom» está siendo todo un éxito, con más de 5 millones de espectadores hasta el momento.
Sobre la película «Sound of freedom»
«Sound of freedom» está dirigida por Alejandro Monteverde (Little Boy, Bella), protagonizada por Jim Caviezel (Pablo, el apóstol de Cristo, La Pasión de Cristo), producida por Eduardo Verástegui (Bella, Cristiada) y distribuida por Angel Studios.
La película se basa en la historia real de Tim Ballard, un agente de Seguridad Nacional de Estados Unidos que arriesgó más de lo razonable para combatir el tráfico de niños.
En cierto momento estimó que la mejor manera de cumplir su misión y ayudar a los niños secuestrados era renunciar a su trabajo y realizar las misiones por separado; decisión que tomó con el apoyo de su mujer y su familia.
Posteriormente, en 2013, Ballard fundó Operation Underground Railroad (OUR) junto a otros ex agentes gubernamentales. Dicha organización trabaja en colaboración con autoridades de diversos países para rescatar a niños de situaciones de explotación en todo el mundo.
¿Por qué la película se describió como «un milagro»?
Según testimonian sus protagonistas y productores, el éxito de esta película es todo un «milagro». Principalmente, porque muchas distribuidoras mostraron un total rechazo y desinterés en el argumento de la misma. «No es un buen negocio, nadie va a ver una película sobre el tráfico de niños», respondían.
Sin entrar en valorar cuáles sean las mejores temáticas para la industria cinematográfica, hay datos que muestran la tristísima realidad existente del tráfico de niños. Especialmente para su explotación sexual.
La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito registró más de 225.000 casos de trata de personas entre los años 2003 y 2016, de los que casi tres cuartas partes corresponden a mujeres y niñas, siendo la mayoría de ellas explotadas sexualmente. Además, se estima que millones de niños por todo el mundo son objeto de tráfico con fines sexuales.
En esta línea, EE. UU. ha sido identificado como el país más consumidor de sexo por habitantes del planeta, incluyendo la pornografía infantil. La película supone, pues, toda una denuncia a una auténtica y espeluznante lacra social actual, que no entendemos muy bien cómo puede darse en este mundo de reafirmación de derechos.
En este sentido, la película surge del encuentro en el que se conocieron Verástegui y Ballart, hace aproximadamente unos 8 años. Entonces, el productor conoció de primera mano este drama de la trata de menores y de cómo fue combatida por el exagente. Impactado por los hechos relatados, el actor y productor mexicano decidió llevar adelante el proyecto de su puesta en escena.
De esta manera, quería dar visibilidad a esta horrible situación que sufren tantos niños inocentes.
Su repercusión
Pero a pesar de tan loables intenciones, no todos han sabido —o querido— interpretarlas en toda su bondad. Algunos medios de prensa afirmaron que las situaciones recreadas en la película son muy cuestionables y poco veraces en los métodos utilizados.
Y algunas de las denuncias y frases del guion dichas por los protagonistas hacen referencia a eslóganes pertenecientes a teorías conspiratorias de sesgo conservador. Se critica —por parte de algunos— que detrás de los hechos relatados en la película se denuncie de forma sibilina a entidades y personas concretas como responsables —de forma más o menos directa— de tales atrocidades.
Se llegó a afirmar que sea este precisamente el fin con el que se hace la película. Que está realizada principalmente para una audiencia potencialmente interesada en dicho mensaje conspiratorio.
Sorprende ciertamente que se afirmen ideas tan rebuscadas ante el éxito de taquilla de una película independiente. Especialmente, cuando describe un hecho tristemente cierto y el esfuerzo del protagonista de hacer todo lo posible por evitarlo convencido de hacer lo correcto.
Quizá lo mejor sea ver la película para salir de dudas. Que se sepa, la película se estrenará a finales de agosto en México y a finales de año en España. De momento, la disparidad de opiniones continúa igual que el número de espectadores que pasa por las salas del cine.
Quiero ver la película «Sound of freedom» por ahora no puedo verla pero sí la próxima semana será posible para mí. siento que como personas cristianas con sentido humanitario tenemos que tratar de difundirla para tomar conciencia más plena de este terrible mal hacia la humanidad, utilizando a los niños inocentes; una situación terrrible que clama al cielo
De corazón gracias a quienes tan valientemente decidieron darle un espacio a Dios a través del Cine. Son excepciones y es nuestro deber como Iglesia viva darle difusión!
Es muy importante que como Iglesia denunciemos todo abuso, especialmente cuando se hace una atrocidad como esta, usar el sexo, don de Dios, para fines tan vanos y abusivos. Bendiciones a Eduardo y todos los involucrados.
LAS Y LOS FELICITO. TAMBIÈN A EDUARDO VERASTEGUI Y A JIM CAVIESEL. POR ESTA PELICULA. PORQUE ES MUY IMPORTÀNTE PARA HACER REFLEXIONAR A LA GENTE Y PARA FOMENTAR LA PÀZ EN TODO EL MUNDO Y EL BIENESTAR DE TODAS LAS FAMILÌAS.
Licalmalortiz@yahoo.com.mx . No la eh visto pero lo haré porque es una situación real que nos muestra la negación de Dios, por gente sin escrúpulos.