

¿Una pastoral digital? ¡Sí! A estas alturas del año y del contexto global, es de esperar que tú y tu comunidad eclesial o pastoral ya se hayan adaptado a tener que sacar adelante sus tareas, actividades y proyectos a través de plataformas digitales, redes sociales y mirando una pantalla.
Parroquias, grupos y comunidades han dado lo mejor de sí durante meses por sus transmisiones en vivo en redes sociales y retiros a través de Zoom. Pero la pastoral, la vida comunitaria y el acompañar la vida desde la fe va mucho más allá de transmisiones en vivo y video conferencias.
Por eso quiero proponerte algunas acciones y plataformas que sería recomendable que puedas ir agregando al ecosistema de tu pastoral digital. Y que en la medida de tus posibilidades o de las posibilidades de tu comunidad, puedan implementar para seguir haciendo Iglesia y ofreciendo verdes praderas, a todas aquellas ovejas que necesitan descansar, recibir compañía, contención y consuelo.
Discernir «qué perfiles» o «qué plataformas» vamos a mantener activas es el paso inicial. No podemos simplemente ir abriendo cuentas en todas las redes sociales que existen solamente porque es gratis. Es triste cuando nos encontramos con cuentas abandonadas hace años, que permanecen inactivas. No solo es desconcertante, sino que incita a la duda sobre si esa comunidad, institución o persona, seguirán vigentes y activos.
Así que sin más, ¡empecemos! Estos son tres indispensables para crear tu pastoral digital o para mejorarla si es que ya la tienes.
1. Ser encontrable



Intenta utilizar plataformas o redes sociales que te hagan encontrable, que si personas ajenas a tu comunidad necesitan de alguien como tu, puedan dar contigo. En este sentido, la peor es Instagram. Encontrar algo ahí es casi imposible a no ser que te sepas el nombre de esa persona u organización.
Mejor sería Facebook e incluso YouTube, que es el segundo buscador más utilizado en el mundo. Si puedes tener una página web, sería lo ideal, aunque a veces es complejo técnicamente. Con un blog gratuito en WordPress, Blogspot o Medium bastará para ser encontrable a través de Google.
En este mismo espíritu, si tu grupo o comunidad existe presencialmente o bien tu parroquia queda en el radio urbano de la ciudad, es imprescindible que des de alta su ubicación en Google Maps.
Es gratis, es rápido y te ayudará a ser encontrable. Puede ser que alguien esté buscando una pizzería o un taller mecánico y al hacerlo, verá que en el sector queda una parroquia o se reúne un grupo cristiano, y quien sabe, el día de mañana necesita de un servicio pastoral o simplemente busca una comunidad en la que congregarse.
Al mismo tiempo, cuando puedas invita a los miembros de tu comunidad a que ingresen a tu ubicación en Google Maps y hagan reseñas, publiquen fotos y pongan «estrellitas». Eso hará que seas mucho más encontrable y por lo tanto, que estés disponible para quienes te necesiten. Además le dará una mejor idea de qué hacen y ofrecen a todos aquellos que los encuentren en Internet.
2. Que sea administrable
Es lamentablemente la típica escena del canal de Youtube abierto con mucho entusiasmo y con un par de videos publicados hace años, que luego fue abandonado. Quizá sea más fácil administrar una cuenta en Twitter, Facebook o simplemente un Whatsapp.
Sean cuales sean los lugares dentro de Internet donde decidiste abrir cuentas y tener tus «capillas digitales», procura que sean administrables, tanto en lo técnico, en lo económico y en lo humano. No olvides que lo importante es hacer pastoral, acompañar, dar esperanza, y no gastarse la vida intentando que una cuenta en una red social no muera y ganar seguidores.
Una gran idea es vincular tu cuenta de Instagram con una Fan Page de Facebook. Son pocos pasos y en YouTube hay muchos tutoriales sobre cómo hacerlo. De esta forma podrás por ejemplo, programar tus publicaciones en Instagram (es decir, dejarlas listas para ser publicadas en un día y hora en particular).
A modo de testimonio, yo he hecho eso para fechas especiales, como la Vigilia Pascual, en donde programo un post para media noche que se publica automáticamente mientras estoy cantando Gloria a todo pulmón dentro del templo.
3. Que permita el contacto directo
Las redes sociales son maravillosas, son gratuitas y nos permiten llegar a miles de personas. El problema es que no siempre nos permiten llegar a aquellos a los que sí queremos llegar.
Publicamos una linda foto, una bonita gráfica o un excelente video, es visto, «megustado» y compartido por cientos de personas. Pero muchas veces son personas que, ni viven en mi sector parroquial, ni son de mi ciudad. Y lo triste, es que no es visto por aquellos vecinos del barrio que sí podrían ir a la parroquia o participar de nuestras actividades.
Por eso plataformas como Whatsapp, Telegram o incluso el correo electrónico, son una opción mucho más eficiente a la hora de mantener el contacto directo con los integrantes de nuestra comunidad.
Podría ser más provechoso crear contenidos y mensajes de calidad bien elaborados para estos medios. Quizá no tendrás tantas visualizaciones como en Instagram, pero serán visualizaciones de calidad. El 100% de la gente que verá tu mensaje, será gente que tú sí querías que lo vieran y ahora depende de ellos y no de un algoritmo, el que atiendan a ese mensaje.
¿Podrías adaptar las publicaciones que has hecho en Instagram y Facebook para que funcionen bien por Whatsapp o correo electrónico?
Es buena idea usar Whatsapp Business porque te permite no volverte loco entre tanto mensaje y notificación. Está pensado para quienes tienen negocios, pero perfectamente podrías usarlo para gestionar una «secretaría parroquial» o la inscripción a un retiro, es gratis y súper fácil de usar.
Así como estas, hay muchas otras acciones digitales que es bueno discernir, porque muchas veces en medio del entusiasmo por las nuevas tendencias y plataformas, abrimos cuentas y abrazamos iniciativas que solo nos desgastan y dispersan. Contribuyendo poco a nuestro principal objetivo, que es comunicar a Jesús a nuestros hermanos y ofrecer espacios de fe y vida espiritual en Internet.
Déjanos saber en los comentarios qué opinas sobre estas ideas o qué retos son los que enfrentas ahora con tu pastoral digital.
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