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Ha pasado el mes de la madre, y los padres de familia hemos sobrevivido (más o menos) a la marea de homenajes y cariño prodigado sobre nuestras esposas con la frente (bastante) en alto, pero, debo decirlo con mucha envidia. ¿Y por qué envidia? Porque nuestros hijos traen de la escuela, o hacen ellos mismos, tarjetas, señaladores, dibujos y cuadros de homenaje a su madre, que, francamente, parecen hechos a propósito para recalcar que los papás servimos para poco (lo cual no es cierto), frente al papel monumental de la madre en la vida del hijo. Uno de mis hijos trajo una vez una tarjeta que decía: «El padre y el hijo son dos, la madre y el hijo son uno». ¿No es un poco fuerte? ¿Cómo no sentir un poco de envidia? Porque lo peor es que la frase es real, aun cuando sería mucho más apropiado decir que: «Padre, Madre e hijo son uno».

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El problema sucede porque las mujeres comienzan a vivir la maternidad desde el mismo momento de la concepción, y tienen una intimidad construida con nuestros hijos desde el primer movimiento intrauterino, del que nosotros somos espectadores. Otra tarjeta de un hijo mío del día de la madre de hace algunos años atrás decía:«El parto es la única cita a ciegas en la estás segura de que conocerás al amor de tu vida». ¡Y también es cierto!, aunque más apropiado hubiese sido decir: «El parto es la única cita a ciegas en la que conocerán al amor de sus vidas».

Los padres necesitamos estar más en contacto con la maternidad de nuestras esposas para relacionarnos mejor con nuestros hijos. No siempre es fácil, porque el embarazo es algo enteramente íntimo de la mujer, pero, trataremos de seguir algunos hermosos chistes de nuestros amigos de Papá 2.0, para hacer esta galería de «Consejos de padre veterano para papás principiantes».


prueba

El momento de enterarnos. ¡Es el momento clave! ¿Cómo involucrarnos? Para empezar, rezando juntos una oración de consagración de nuestro hijo a Dios Nuestro Señor y a su Madre ¡Nada más importante que agradecer el don de la vida!


dormir

Y comienza el embarazo, y con él los cambios hormonales de nuestra querida y bella esposa. ¿Cómo podemos involucrarnos? ¡Poniéndonos al servicio de ella, buscando ser un padre y esposo solícito! Que nuestra querida mitad sepa que estamos para ella en salud y… ¡Embarazo!


visita

Y llegamos con la visita a la obstetra. Y aquí nos podemos sentir un poco desplazados, por lo que describe la viñeta. ¡No sabemos lo que es la gonadotrofina coriónica humana, ni estamos seguros de querer saberlo. ¿Y cómo nos involucramos? Acompañando a nuestra mujer en cada visita, enterándonos del crecimiento del bebé, consultando a la obstetra en qué podemos ayudar a nuestra esposa.


seguridad

El embarazo sigue su curso. ¡Y nosotros también! Aquí encontramos un rol en el que podemos sentirnos a nuestras anchas. Como la policía en USA «To serve and protect» «Para servir y proteger», aun cuando alguna vez exageremos un poquito. ¡Pero la mejor protección que podemos brindar es la de rezar a los Ángeles de la guarda de nuestra mujer e hijo!


barriga

¡Alguna venganza teníamos que tener! Y podemos aprovecharla para decirle a nuestra mujer «Panzona» o «Guatona», ¡Sin que se ofenda! Aprendamos a tomar con humor y alegría los cambios que se producen en nuestra esposa, pero recordando constantemente que ella está nutriendo a nuestro hijo o hija.


papa

Otro rol hermoso para el que estamos llamados a servir. La mujer que (como se decía en la antigüedad) «lleva fruto» ¡Se pone bellísima! ¡Y tenemos que hacérselo saber constantemente, levantándole la autoestima y apoyándola en sus momentos difíciles! El rol de protección del esposo puede ser clave para sobrellevar las molestias e incomodidades del embarazo.


esposo

En esto también nos debemos involucrar. Pero no tanto como para imponerle a nuestra esposa alguna tradición de familia que le deje al niño un nombre ridículo o muy anticuado. ¡Mejor consensuarlo, partiendo de que el nombre de pila sea el de algún Santo que admiremos los dos en conjunto!


nina

¿Niño? ¿Niña? ¿Qué más da? ¡Lo importante es que tendremos que saber que debemos ser el primer Superhéroe de nuestro hijo varón y el primer amor de nuestra hija mujer! En nuestra conducta se fijarán nuestros hijos para crecer sanos, santos y (lo que vendría siendo lo mismo) ¡felices!


antojos

¡Otra oportunidad de consentir a la madre de nuestros hijos! ¡Los antojos son perfectos para convertirse en el príncipe encantador de la Reina de la casa! Sobre todo cuando se despierta a las tres de la mañana y tomándonos de la solapa del pijama nos dice con cara de amenaza de muerte que tiene antojos de «Burbujas» (anécdota de la vida real, ¡y no saben lo difícil que es encontrar soda a las tres de la mañana en un pueblo chico!).


hospital

Y última viñeta de esta entrega. Otro momento clave en el que deberíamos ser «los que conservan la calma». Llevemos a nuestra esposa a la clínica siendo conscientes que ellas se enfrentan a «la maldición de Eva», y que pese a las epidurales y las buenas condiciones sanitarias actuales, las que «ponen el cuerpo» son ellas. Heroicas madres que nos dejan en deuda para toda la vida con este acto de generosidad y entrega absolutamente insuperable. Y recemos a Nuestra Señora de la Dulce Espera, a San Ramón Nonato y a los ángeles de la Guarda de la familia por ella y por nuestro futuro hijo o hija.