Hoy rezamos la novena del día sexto. La ilusión por el nacimiento del Niño Dios aumenta con cada segundo que pasa. Al reunirnos en familia para rezar esta novena, pensemos en todas aquellas familias separadas, en las que tal vez no tienen la dicha de reunirse a los pies del pesebre y elebemos una oración al Padre por ellas.

Oración inicial

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor Jesús, danos la gracia de hacer bien esta novena y preparar nuestras almas para recibirte el día de Navidad, con el cariño y devoción con que te recibieron la Virgen Santísima y san José. Amén.

Valor a explorar:

Ayudando a los demás podemos encontrar al mismo Cristo.

Para repasar:

Había en Belén una posada cuyo dueño, con tantos viajeros, estaba haciendo muy buen negocio. Como el Niño Dios ya debía nacer en poco tiempo, san José intentó conseguir allí espacio a la Virgen María, quien estaba muy cansada por el viaje. Pero el dueño de aquella casa grande no quiso molestarse en buscarles ni siquiera un rincón en su posada y los dejó en la calle.

Fue muy triste que aquel hombre no venciera su egoísmo y avaricia, ya que además de hacer sufrir a la Sagrada Familia, se quedó sin ser el primer adorador del Niño Jesús.

Para pensar:

Todo lo que hacemos a los demás, sea bueno o sea malo, es como si se lo hiciéramos al mismo Jesús, porque Él así ha querido que sea. Por eso, las personas egoístas o aquellas que no pueden realizar un acto sin percibir retribución, no tienen corazón ni para los necesitados y mucho menos para Dios, van por un mal camino.

Si no corregimos las actitudes egoístas en nuestra vida, perderemos al Niño Jesús para siempre. Los actos egoístas hacen sufrir mucho a todos, incluso a quien los realiza. Vivirán amargados, producto de todas las oportunidades para amar que no supieron aprovechar. Por el contrario, cada vez que con la ayuda de Dios, vencemos esa tendencia mala a querer todo para nosotros, Jesús, María y José nos bendicen, nos dan un beso y nos preparan un camino seguro, directo al cielo.

El regalo:

El sexto día de la novena, podemos hacerle al Niño Jesús un regalo más valioso que el oro: no escoger lo mejor para nosotros sino dejarlo para los demás.

Oración Final:

Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Después repiten todos juntos tres veces: «Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía».

Villancico recomendado:

Burrito Sabanero (Rondallita). Puedes escucharlo en Spotify o en YouTube.