¿Has hecho tu novena sin falta? Espero que sí, pero no te preocupes si has faltado algún día o si esta es tu primera vez. Nunca es tarde para acercarnos más a Dios, además esta época es perfecta para dirigirnos a Él con más dulzura y confianza. El primer día fue maravilloso, en el segundo meditamos con más amor, el tercero nos dejó una gran lección y hoy ya es el día cuarto. ¡El tiempo pasa volando!

Día cuarto

Oración inicial: En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor Jesús, danos la gracia de hacer bien esta novena y preparar nuestras almas para recibirte el día de Navidad, con el cariño y devoción con que te recibieron la Virgen Santísima y san José. Amén.

Valor a explorar:

Pensar en los demás aunque estemos cansados.

Para repasar:

En el camino hacia Belén, la Virgen María y san José seguramente tendrían que detenerse para descansar, después de estar caminando varias horas. San José, que era más fuerte y tardaba más en cansarse, se preocupaba de que la Virgen estuviera lo mejor posible, ya que además Ella estaba a muy poco tiempo de la fecha de parto.

El camino hacia Belén a ambos les tendría agotados y preocupados, pero ellos en lugar de quejarse se ocupaban hablando del Niño Dios y descansaban así de sus penas, pues no pensaban en sí mismos.

Para pensar:

A todos nos pasa que cuando estamos cansados nos cuesta pensar en los demás. Nos olvidamos de que los otros —papá, mamá, los hermanitos— también están cansados. Luchemos contra la tendencia de pensar demasiado en nosotros mismos, porque esto trae de la mano el mal genio ya que ni estamos contentos nosotros, ni dejamos en paz a los demás.

Sobre todo en casa, si nos acordamos del ejemplo de la Virgen María y de san José, podremos colaborar para que todos estén contentos. No es fácil, porque lo fácil es ser egoísta y no ayudar a nadie puede en apariencia ser el camino más fácil y el más cómodo. Pero debemos luchar por conseguir vencer el egoísmo. Hacer que los demás estén contentos y más aún cuando estamos cansados, le gusta mucho al Niño Dios y le arranca muchísimas sonrisas.

El regalo:

El cuarto día de la novena, nuestro regalo puede ser portarnos mejor en casa, intentando ayudar en todo lo que nos pidan haciendo caso a la primera y con una sonrisa en el rostro (una sincera).

Oración final:

Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Después repiten todos juntos tres veces: «Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía».

Villancico recomendado:

Rin, Rin (Coro Católico Navideño Virgen María). Puedes escucharlo en Spotify o en YouTube.