¿Cómo encontrar motivación en Navidad?

En un abrir y cerrar de ojos de pronto llega diciembre. Y es muy común en esta época, que uno haga un balance de cómo ha sido su año: ¿He logrado los objetivos que me propuse al inicio?, ¿he cambiado o mejorado en lo que quería?, ¿cuáles han sido mis motivaciones? 

Además, por ser un mes especial, uno quiere esforzarse en disponer su corazón para recibir la llegada de Jesús y se suele tener calendarios de Adviento que nos ayudan a purificarnos y vivir con esperanza este tiempo

El siguiente es un hermoso y conmovedor video llamado «Asunto del corazón», que nos hace pensar en las motivaciones que están detrás de nuestros actos y cómo la edad nunca es un impedimento.

Al final aparece una frase en alemán: «Damit Sie sich um das kümmern können worauf es im leben wirklich ankommt» (Para que te ocupes de lo que realmente importa en la vida). A partir de este video quisiera considerar algunos puntos que me parecen importantes para la reflexión:

«Porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón» (Mateo 6:21)

Esta cita me gusta mucho. Nos invita a preguntarnos dónde tenemos puesto realmente nuestro tesoro, ¿lo tenemos puesto en los bienes de la tierra o en los bienes del cielo?, ¿cuáles son las motivaciones que están detrás de nuestras acciones?, ¿cómo nos estamos preparando en concreto este tiempo de Adviento?

Cada quién puede tener distintas motivaciones, todos somos diferentes. En el caso del video, por ejemplo, la motivación del señor era entrenarse para poder cargar a su nieta y colocar la estrella en el árbol de Navidad. Levantarse todos los días temprano y hacer ejercicio tenía un sentido de fondo. 

Lo que lo movía era el amor y perseveró en su objetivo sin importarle las críticas o el qué dirán de los demás. Él tenía una meta y para darse fuerzas y no perder de vista su objetivo, la recordaba mirando la foto de su nieta.

En la medida que tengamos puesto nuestro tesoro en lo que realmente importa, en las cosas de fondo, estaremos motivados para enfrentar la vida y ser felices cada día. Siempre se puede empezar de nuevo… a pesar de las limitaciones, de la edad. Son los sueños los que nos motivan a salir adelante.

Como diría Facundo Cabral (cantaautor argentino) siempre se puede empezar de nuevo. Albert Einstein a los 60 años empezó a estudiar griego antiguo. Moises de 80 años dirigía el éxodo. «¿Cómo no puedes empezar? Digo cada mañana este es un nuevo día para empezar de nuevo… para cantar, para reír, para volver a ser feliz».

Es importante tener motivaciones y objetivos a corto plazo

Estas motivaciones, objetivos o metas no necesariamente tienen que ser a largo plazo, porque quizás se pueden ver inalcanzables o nos desanimamos en el camino. 

Hace poco escuchaba una conferencia de Monseñor Jose Ignacio Munilla, hablaba de la importancia de fijar objetivos a corto plazo. Por ejemplo, nuestro objetivo a largo plazo es el cielo, pero nuestro objetivo a corto plazo es tener una amistad con Dios y así podemos empezar a vivir el cielo desde hoy.

Cuando el objetivo está más cerca nos podemos sentir más estimulados y es más fácil perseverar con disciplina. En ese sentido, quizás un objetivo a corto plazo podría ser aprovechar este tiempo de Adviento para acercarnos más a Jesús y vivir el silencio, la oración y la ayuda a los demás.

Esforcémonos por estar centrados en el misterio que ocurrirá la noche de Navidad y no nos dejemos distraer por el ajetreo común de diciembre. No existe Navidad sin Jesús, es a Él a quien celebramos.

«Mira que estoy a la puerta y llamo»

«…si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20). Jesús espera con paciencia que abramos nuestra puerta. Él no viene a derribarla a la fuerza, su presencia se manifiesta en el silencio, en la soledad y en la sencillez. En una brisa suave…

En este tiempo de Adviento es importante saber qué nos está motivando, qué esta moviendo nuestras acciones y lo que estamos haciendo… Es importante saber si tenemos el corazón abierto y preparado para poder abrirle la puerta a Jesús hecho niño que viene a quedarse con nosotros.