

¡Hola familia! Les mando un abrazote. ¿Quién no ha cantado «yo era un tipo relativamente bueno» mientras abrazábamos a nuestros hermanos de comunidad?
La canción «Vida» de Luis Enrique Ascoy es himno para quienes nos hemos encontrado con ese «tipo flaco y pelucón».
Estos meses son raros para todos, el aislamiento, el desempleo, la ansiedad, la mascarilla, la vacuna, todo es un poco extraño.
Y en medio de eso, no les voy a mentir, a veces tengo hambre de sentir un abrazo de Dios, de saber que todo estará bien.
De convencerme que Él camina conmigo, de sentir que no me estoy equivocando con los pasos que voy dando.
Y justo en estos días, me encontré con una nueva canción de «Los Ascoy», el grupo que tiene Luis Enrique con sus hijos.
La canción se llama «Mi Alabanza», y me encantó que pusieran en palabras la sed que muchos tenemos de ser abrazados por ese «tipo flaco y pelucón».
Hay cuatro frases que me conectaron mucho, quiero hablarles un poquito de eso. Consejo de hermano: apaguen las luces del cuarto, pongan la canción, y déjense abrazar por Dios.
1. «Quiero reemplazar mi sinrazón con sabiduría»
Hola Dios, afina mi corazón, enséñame a ver la vida con ojos de quien vive con esperanza. Enséñame a elegir mis proyectos, mi trabajo, mi forma de organizar el dinero.
Mi distribución del tiempo, mi manera de tratar a mi pareja, desde la sabiduría del Reino.
Papá Dios, a veces mi egoísmo me gana, y solo pienso en lo que me conviene, en mis ganancias, en mi bienestar, en mi éxito, en tener llena la barriga y la conciencia tan tranquila.
Pero me olvido que hace un tiempo acepté subirme a la barca de quienes quieren entregar la vida por un mundo mejor, de quienes sonríen más cuando sonreímos todos.
Afina mi corazón, en la oración, en la Eucaristía, en mis ratos contigo, y dame sabiduría para amar en todo a todos.
2. «Quédate a cenar conmigo en casa por favor, mira que la noche ya cayó»
Qué bien me hace recordar que estás conmigo Dios. Que no te mueves ni un milímetro de mi lado en momentos de incertidumbre, de miedo, de tristeza, de rabia.
Qué bien me hace recordar que me abrazas aunque no me de cuenta, que me limpias las lágrimas aunque no vea tu mano, que me levantas aunque no te reconozca.
Me acompañas porque me amas, y eso no tiene fecha de vencimiento. Ven y abrázame fuerte, tan fuerte como la primera vez, porque fue allí donde comenzó mi vida.
3. «Y mi alabanza se fortalecerá y mi vida te pertenecerá»
Quiero que mi vida te pertenezca Señor. No porque tú la quieras de vuelta, como si me estuvieses quitando algo que libremente me diste. Sino porque estoy convencido que en tus manos, seré más feliz.
Muéveme, inspírame, condúceme para ser cada vez más una bandera de paz en medio de la polarización que vivimos en nuestros países.
Para ser cada vez más una voz que grite junto a las voces que no son escuchadas y que siguen sufriendo injusticias, muchas veces, con complicidad nuestra.
Para ser ese pan que alimenta el desánimo de los hermanos, para ser luz en medio de esta sociedad que nos quiere robotizar para que no nos movamos con un espíritu que nos hace hermanos.
Muéveme Señor, mi vida te pertenece.
4. «Dame de beber del cáliz, dame del banquete de tu amor»
Tú sabes Dios que sin tu fuerza, todo se vuelve utopía. Amar al enemigo es un slogan interesante pero poco real cuando no dejo que me mueva el espíritu que te movió a ti, Jesús.
Necesito fuerza, valentía, sabiduría, para vivir dando la vida, sin que el cristianismo se reduzca únicamente a un hobbie de los sábados, sino se vuelva un estilo de vida donde no me guarde nada y lo quiera dar todo.
Y por favor, cuando reciba todo tu alimento, no dejes que me lo quede, al contrario, envíame a convertirme en alimento para los demás.
Te amo Señor, soy feliz junto a ti navegando, a pesar de las tormentas de altamar.
Déjanos saber en los comentarios qué tal te pareció «Mi Alabanza». ¿Te sentiste identificado?, ¿cuál es tu frase favorita? y ¿qué otras canciones te permiten conectarte con el amor de Dios?
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