Vía Crucis: reflexión de cada estación (quinta parte)

Llegamos a la etapa final del Vía Crucis, las cuatro entregas pasadas nos permitieron meditar de una manera hermosa. Hoy llegamos al momento más doloroso, Jesús ha muerto.

La última estación meditada no solo nos ha dejado el corazón partido, sino que también nos ha permitido reflexionar sobre la grandeza de un amor que lo ha entregado todo por nosotros.

Al lado de la cruz, con el cuerpo de Jesús aún tibio en el madero, esperamos dolidos. Terminemos juntos este Vía Crucis.

13. Décimo tercera estación: Jesús en brazos de su Madre

Vía Crucis: reflexión de cada estación (quinta parte)

«Y una espada te atravesará el alma…». Tu hijo descansa muerto entre tus brazos. No existen palabras, solo el dolor y las lágrimas.

María, tu «sí» era tan hondo, jamás imaginé todo lo que significaba hasta hoy. Lo aceptaste todo, incluso ahí al pie de la cruz. Te hemos matado Cristo, el hijo al que llevaste en el vientre ahora está clavado a la cruz.

Pero tú madre mía, nos has adoptado a todos. ¡Ayúdame, mi corazón no puede más! Mi Salvador ha muerto y yo he sido culpable.

Dame un corazón como el tuyo, capaz de amar tanto y perdonar lo imperdonable. María Santísima esta estación es tuya, abrazada a Cristo aunque Él parezca muerto, con el corazón roto, no pierdes la esperanza.

Señor, yaces en brazos de tu madre, yo también quiero abrazarte. Quiero decirte que lo siento, quiero que vivas y quiero vivir por siempre a tu lado. ¡Vamos, Señor! El camino aún no acaba.

14. Décimo cuarta estación: El cuerpo de Jesús es colocado en el sepulcro

Vía Crucis: reflexión de cada estación (quinta parte)

Todo ha terminado. Tu cuerpo embalsamado descansa sobre la roca, con cuidado hemos perfumado hasta tu cabello y hemos llorado todo lo que aún nos faltaba por vivir juntos.

Cuando alguien muere el recuerdo de todo lo que dejamos de hacer juntos o de decir, retumba en el alma. «Si solo te hubiera amado más», «si solo hubiera pasado más tiempo contigo».

Tu muerte me recuerda lo temporal de mi vida, yo también moriré algún día. ¿Seré capaz de vivir como tú?, ¿podré amar hasta el extremo?

«Yo subiré con ellos al pie de la cruz, me apretaré al cuerpo frío, cadáver de Cristo, con el fuego de mi amor…, lo desclavaré con mis desagravios y mortificaciones…

Lo envolveré con el lienzo nuevo de mi vida limpia, y lo enterraré en mi pecho de roca viva, de donde nadie me lo podrá arrancar, ¡y ahí, Señor, descansad! Cuando todo el mundo os abandone y desprecie…, serviam!, os serviré, Señor» (San Josemaría Escrivá).

La piedra del sepulcro es movida y tu vida termina de ser arrancada de nuestro lado. La oscuridad va conquistando la luz que iluminaba tu rostro.

La muerte es tan dura, es tan difícil vivir con la ausencia de aquellos que amamos tanto. Tú conoces este dolor, y ahora también has muerto. ¿A dónde iremos, Señor?

15. Décimo quinta estación: Jesús resucita de entre los muertos al tercer día

Vía Crucis: reflexión de cada estación (quinta parte)

La oscuridad ha terminado. Me lo has dado todo Señor, y aunque me considero incapaz por fuerza propia de serte fiel, sé que a tu lado lo podré.

Tú que todo lo has vencido eres ahora no solo esa roca firme donde me sostengo, sino el compañero de camino, mi Maestro, mi Señor, mi principio y mi final.

Sintiéndome infinitamente pequeño, me siento también infinitamente amado y ¡lleno de alegría! Mi Señor, ¡has resucitado! La muerte nunca más tendrá una victoria. Contigo y por ti, ahora todos aspiramos a una vida sin fin.

Mi camino aún continúa, mi historia no ha terminado. Queda tal vez mucho por recorrer, no sé el tiempo, el día, ni la hora en que el padre llamará por mí. A tu lado nada temo. ¡Vamos, Señor! Caminemos, siempre, juntos.

«Y cuando llegue la hora de la muerte, que vendrá inexorable, la acogerás con gozo, como Cristo, porque como Él también resucitaremos para recibir el premio de su amor» (San Josemaría Escrivá).

¡Gracias por acompañarnos hasta el final del Vía Crucis! Te compartimos tres recursos que seguro te pueden servir:

— Ebook gratuito: «40 días con Jesús»

— Infografía: El Vía Crucis y mi vida

— Video: El Vía Crucis en el Coliseo, una antigua tradición