
Lia, una pequeña de 12 años de Toronto, Canadá, se convirtió en toda una estrella en Youtube al haber presentado un discurso sobre el aborto en un concurso escolar en el año 2009. Su intervención, de tan solo cinco minutos, resultó ser totalmente pro-vida, algo que se presentaba como «políticamente incorrecto» en el país que reside.
Por esta razón, sus profesores intentaron orientarla en la elección de otro tema «menos controvertido». Pero su madre decidió apoyarla, y sí que dio frutos su esfuerzo, porque 10 años después, su lucha sigue en pie. Te compartimos el emotivo video con el que su historia en favor de la vida inició.
Discurso de Lia
¿Y si te dijera en este momento, que alguien está eligiendo si vas a morir o vivir? Independientemente de lo que tú hagas, hayas hecho o puedas hacer en el futuro. ¿Y si además tú no puedes hacer nada para evitarlo?
Estos fueron los interrogantes con que Lia inició su discurso y con los que nosotros podríamos iniciar una gran reflexión sobre el valor de la vida. Te compartimos su discurso para que toda la información que menciona te pueda ser útil:
«Compañeros y maestros:
Miles de niños están ahora en esta situación. Alguien decide, sin que ellos lo sepan, si vivirán o morirán. Ese «alguien» es su madre y esa “decisión” se llama aborto.
Cada día, mueren 115,000 niños a causa del aborto. 115,000 niños. Eso significa que 5,000 niños mueren cada hora. Todas esas vidas han acabado. Todas las posibilidades se han ido, para ellos ya terminó toda esperanza.
Sé que algunos podrían pensar que no es un asesinato, pues el feto no es un niño, ¿no?, ¿y porque un feto no pueda hablar o hacer lo que tú haces no es un ser humano? La palabra «feto» proviene del latín y significa «joven».
Algunos bebés nacen después de solo cinco meses, ¿acaso no son humanos? El aborto no solo se hace con cinco meses, se permite en cualquier momento. Entonces, ¿solo somos seres humanos si somos queridos?
No, los fetos son seres humanos, unidos a su madre. Seres a los que su Creador conoce por su nombre. Algunos dicen que como el aborto es legal, no es asunto nuestro, no importa. Pero esto es algo injusto, no debe ser ilegal para que nos afecte y desgraciadamente, este «derecho» tiene un gran impacto en la sociedad.
En 1997 hubo más de 1 millón de abortos solo en USA. En el 2008 más de 42 millones de abortos en el mundo. Eso es un gran impacto. Algunos dicen que la madre tiene derecho a abortar, al final su vida cambia por el bebé.
Pero piensen en los derechos no reconocidos del niño. Que la madre tenga derechos no significa que podamos negar los del bebé. Hablando de derechos de la madre, ella pudo elegir no tener relaciones sexuales responsables. Nuestros derechos conllevan responsabilidades. No hay derechos que eviten nuestras responsabilidades.
Es ahora donde se plantea la eterna cuestión: ¿y si la madre no quiso tener relaciones sexuales?, ¿y si fue violada? Pero, veamos los hechos de USA, por ejemplo. Solo 1% de los abortos ahí son «casos límite» que incluyen la violación, el incesto y el peligro de vida para la madre. Un 1 %, algo que difícilmente justifica la preocupante cantidad de abortos que se producen.
¿Y qué decir de llamar al aborto la salida fácil? Es difícil comprender los efectos de un aborto para la mujer. No hay tiempo para enumerar todas las secuelas negativas, pero mencionaré algunos efectos físicos:
— El 17% de las mujeres que abortaron tienen complicaciones en sus embarazos posteriores.
— Algunas pueden incluso convertirse en estériles.
— Las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama al haber realizado un aborto.
Pero, quizá los peores efectos sean los emocionales. La mujer que aborta tiene trastornos psíquicos por lo que llegan a herirse a sí mismas. Además, la mujer que aborta tiene cinco veces más probabilidades de tener problemas con las drogas o el alcohol.
El aborto deja en la mujer una sensación de pérdida y de incertidumbre sobre su futuro. Casi 1/3 de las mujeres que abortan no están satisfechas con su decisión. Ciertamente no es la mejor solución.
Leí un testimonio en la web de «Focus on the Family», sobre una mujer que abortó. Ella escribe: «yo aborté a los 17 años y fue la peor cosa que hice en la vida. Jamás lo recomendaría porque es algo que se vuelve a ti» —Sharon Osbourne. Esta es solo una historia que me destroza el corazón y nadie lo habla en nuestros días. Estas son cosas que debemos escuchar.
Gracias por dedicar este tiempo a pensar sobre el aborto, por pensar en los no nacidos y en los efectos del aborto en la madre. Si este discurso no te ha afectado, puede que te afecten estas palabras: «¿Conoces el cuento de Horton, el elefante que arriesgó su vida para salvar una pequeña «mancha»? Acuérdate de su singular frase: «aunque no puedas verles o escucharles, una persona es una persona, independientemente de su tamaño».
Lia Mills 10 años después
En Canadá, desde 1988, el aborto es legal y se practica sin límite de gestación, como un procedimiento gratuito. Como resultado, desde el 2015, se puede estimar que se han practicado cerca de medio millón de abortos, una cifra alarmante. Esto, aun cuando algunos políticos canadienses difieren al confirmar verdaderamente la existencia de una ley federal que lo permita. Lo cual es sumamente triste, porque pareciera ser un tema que no tiene la importancia debida.
Hace dos años, Lia, quien se denomina como una activista pro-vida, grabó un video justificando el por qué se consideraba así y cómo esto en realidad significaba estar del lado de la mujer. También, el año pasado, fue entrevistada en la televisión canadiense por su experiencia sobre la libertad de expresión escolar. Todo esto además de ser expositora en múltiples eventos que apoyan la causa que defiende.
Ante la reciente historia de Greta Thunberg y su discurso en favor de la protección ambiental, valdría la pena recordar a más jóvenes que, desde pequeñas, han luchado por defender otras causas sumamente nobles, como lo es la protección de los seres humanos desde el vientre materno.
Ante esta realidad, Lia resplandece como un rayo de esperanza que, por medio de un discurso firme y emotivo, despierta el interés internacional por retomar el tema y darle la relevancia que merece. En la entrevista que le hacen en este segundo video, somos testigos de que Dios es el autor de nuestros más grandes anhelos. Su tenacidad, entrega y pasión por luchar por la vida es como una llama que no se extingue.
Recemos para que más jóvenes como Lia sean testimonio de fe en nuestros tiempos y acompañemos, también con nuestras oraciones, a quienes han entregado su esfuerzo y dedicación a la lucha por la vida. Que seamos muchos más los que unidos a Cristo y la Virgen podamos ver su triunfo.
¡Oro por ti!
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