El mundo entero se conmovió este lunes santo con la noticia del incendio de la Catedral de Notre Dame. Las imágenes y los videos han inundado las redes sociales y los comentarios de fieles y no creyentes no se han hecho esperar. Este es un hecho que nos duele a todos, que nos remonta a siglos de historia y majestuosidad, pero que también nos recuerda que lo esencial es Cristo. La catedral ardía en llamas mientras cientos de fieles oraban a su alrededor, presenciando con profunda tristeza cómo esta se caía a pedazos. Notre Dame nos recuerda que las iglesias se pueden derrumbar, pueden sufrir atentados, pueden ser destruidas, pero nadie podrá arrebatarnos la fe. Porque aunque estos hechos nos lastimen a todos, sabemos que nuestra mirada está puesta en Dios.

Parece que Notre Dame nos da más de una lección en estos primeros días de Semana Santa. La fe que arde y se renueva en los corazones de millones de personas al rededor del mundo. La caridad y solidaridad que empieza a resonar en el interior de aquellos que ya han hecho públicas sus intenciones de colaborar en la reconstrucción. El poder de la oración que se esparce con fuerza en cada país y las pruebas materiales que Dios ha dejado en la Catedral de Notre Dame. Esas que nos recuerdan una vez más que está vivo y que no es indiferente a nuestro dolor.

Este video, tomado de la fan page de Saint John Cantius Church, es uno de los más compartidos en redes, en el que se ve a una multitud sumida en la oración y el rezo del Santo Rosario frente a la Catedral de Notre Dame en llamas.

1. El altar mayor y la Cruz se mantuvieron intactos, como nuestra fe 

Imagen tomada de: Festival Internacional de Cine Católico

Imágenes y testimonios oficiales empiezan a ser compartidos en los principales medios de comunicación. Esto es lo que casi siempre sucede cuando un iglesia sufre cualquier clase de daño. Es como si Dios mismo nos dijera a todos «tranquilos, aquí estoy y les dejo pruebas». A lo largo de la historia las iglesias han sufrido incontables daños, pero curiosamente y para fortuna nuestra, Dios siempre nos sorprende con este tipo de evidencias, cruces que no se destruyen, altares intactos, esculturas que no se quiebran, Biblias que sobreviven a incendios e inundaciones.

2. La solidaridad no se hizo esperar ¡Juntos levantaremos la Catedral de Notre Dame!

Imagen tomada por: AFP

François-Henri Pinault y su padre, donarán 100 millones de euros para la renovación de la catedral. «Mi padre (François Pinault) y yo hemos decidido desbloquear (…) una suma de 100 millones de euros para participar en la reconstrucción completa de Notre Dame». El magnate francés también mencionó: «Esta tragedia golpeó a todos los franceses y a todos quienes están vinculados a los valores espirituales. Frente a un drama como este, todo el mundo desea volver a dar vida a esta joya de nuestro patrimonio». Emmanuel Macron, presidente de Francia también aseguró «la intención es reconstruir Notre Dame todos juntos».

3. Tesoros que sobrevivieron a las llamas

Imagen tomada de Wikipedia

Mons. Patrick Chauvet, rector de la Catedral de Notre Dame anunció que la Santa Corona de Espinas y la túnica de San Luis, rey de Francia, lograron ser salvadas con éxito. También se rescató uno de los clavos con los que se crucificó a Cristo y un fragmento de su cruz. Más de 400 bomberos trabajaron arduamente para controlar el incendio y salvar cada una de las posesiones de la iglesia, enfrentando el peligro de un colapso y el calor de las llamas. Aunque la aguja de 93 metros de altura de Notre Dame cayó, la valentía y fortaleza de estos hombres no tambaleó ni un segundo.

4. Nuestra Madre Santísima, siempre fiel a sus hijos

Imagen tomada de Festival Internacional de Cine Católico

Aquí esta María, Nuestra Madre querida, siendo rescatada de los escombros. Recordándonos a todos que jamás nos abandona, que está siempre presente, junto a su hijo, junto a la Cruz, junto a todos nosotros en medio del dolor y el sufrimiento. Qué hermoso es ver cómo María siempre resulta aparecer triunfante en medio de las catástrofes. En este tiempo de Semana Santa caminemos junto a ella, la mujer amada y elegida por Dios. Aquella que soportó los peores dolores, María sabía que ese hijo que llevaba en sus entrañas sería crucificado, sabía que su corazón sería atravesado por el más grande e indescriptible dolor y aún así se mantuvo firme por Gracia de Dios.

Hoy contemplemos su imagen rescatada de Notre Dame y unámonos en oración, no solo por este lamentable hecho que golpea al mundo entero, sino por todas aquellas iglesias que han sufrido ataques últimamente. Por las personas que no tienen fe, que le han dado la espalda a Dios. Por todas aquellas familias que se encuentran separadas por la guerra, por los enfermos del cuerpo y el alma. Oremos para que esta Semana Santa marque nuestros corazones, y realmente podamos vivir la Pasión de Cristo junto a María.

La Catedral de Notre Dame nos recuerda a todos el ferviente amor que sentimos por nuestra Iglesia. Y nos permite reflexionar sobre lo esencial, lo que verdaderamente importa, Dios mismo. A quien seguiremos sin importar qué.