Me han preguntado varias veces  si no me canso de hacer lo mismo: esas cosas aburridas como hablar de Dios a los demás.  Y yo les respondo: –No, no me canso, porque Él siempre tiene una nueva respuesta, siempre encuentra un modo nuevo–.

Me encanta este video porque nos muestra  precisamente eso: la novedad no depende de la caja de cartón (que es siempre la misma) sino que esta, todos los días contiene una nueva respuesta, un nuevo tesoro escondido.  ¡Así es el Evangelio! Siempre el mismo pero siempre diferente, nunca deja de sorprendernos.

«Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre «nueva» (S.S Francisco – Evangelii Gaudium).

Y es que esa es la novedad del Evangelio: de él siempre brotan nuevas todas las cosas.

Renovémonos en la capacidad de anunciar a Cristo, quien nos permite encontrarnos siempre con Él. Vivamos cada día llenos de alegría por el don que hemos conocido (como el pequeño del video) y no nos permitamos nunca la tristeza de perderlo.

«Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso» (S.S Francisco – Evangelii Gaudium).