

Aquí les dejo la historia del profeta Jonás contada en un modo muy divertido. El video narra la historia del profeta y sus infructuosas luchas por escapar del Plan de Dios. Es un video muy útil para hacer catequesis con niños y jóvenes, y personalmente me ha gustado mucho por dos motivos: primero, creo que en la vida del profeta Jonás queda clarísimo como el Plan de Dios es siempre lo mejor para nosotros, escapar de él puede parecer lo más fácil, pero al final esto nunca nos puede llenar del todo; y segundo, aunque al inicio nuestra misión o vocación nos pueda parecer «exagerada» o «muy difícil», no debemos juzgar la realidad con ojos muy humanos puesto que quien nos acompaña y conduce es Dios mismo. Cuando Dios interviene en nuestras vidas podemos alcanzar grandes cosas. De otro modo, ¿cómo podría haberse convertido Nínive solamente por escuchar las ocho palabras del anunció de Jonás?
Aquí les dejo el final del relato. Efectivamente el Señor explica a Jonás la razón de su misericordia y su amor por Nínive:
Jonás, se disgustó mucho por esto y se irritó; y oró a Yahveh diciendo: «¡Ah, Yahveh!, ¿no es esto lo que yo decía cuando estaba todavía en mi tierra? Fue por eso por lo que me apresuré a huir a Tarsis. Porque bien sabía yo que tú eres un Dios clemente y misericordioso, tardo a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del mal. Y ahora, Yahveh, te suplico que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.» Mas Yahveh dijo: «¿Te parece bien irritarte?» Salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la ciudad; allí se hizo una cabaña bajo la cual se sentó a la sombra, hasta ver qué sucedía en la ciudad. Entonces Yahveh Dios dispuso una planta de ricino que creciese por encima de Jonás para dar sombra a su cabeza y librarle así de su mal. Jonás se puso muy contento por aquel ricino. Pero al día siguiente, al rayar el alba, Yahveh mandó a un gusano, y el gusano picó al ricino, que se secó. Y al salir el sol, mandó Dios un sofocante viento solano. El sol hirió la cabeza de Jonás, y éste se desvaneció; se deseó la muerte y dijo: «¡Mejor me es la muerte que la vida!» Entonces Dios dijo a Jonás: «¿Te parece bien irritarte por ese ricino?» Respondió: «¡Sí, me parece bien irritarme hasta la muerte!» Y Yahveh dijo: «Tu tienes lástima de un ricino por el que nada te fatigaste, que no hiciste tú crecer, que en el término de una noche fue y en el término de una noche feneció. ¿Y no voy a tener lástima yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?»
(Jon 4:1-11)
Falta la lección final que es justamente la de la misericordia, la discusión final de Jonás con Dios es la clave de todo el relato. No quiero ser aguafiestas pero el guionista ha mutilado el mensaje.