Job y el sentido del sufrimiento resumido en un video

El hombre se ha preguntado durante toda la historia sobre la razón de ser de lo que acontece a su alrededor. ¿Qué es eso?, ¿por qué me sucede a mí y no a otro?, ¿será eso justo?

Y estos cuestionamientos no excluyen aquellos acerca del papel de Dios en medio de todo lo acontecido, ¿es que Dios me está castigando?, ¿Dios es injusto conmigo?, ¿Dios me está probando?

El pueblo de Israel también se preguntó todo esto, y es en medio de esta reflexión que nacen los libros que llamamos sapienciales o libros de la Sabiduría. Entre ellos están Proverbios, Eclesiastés y Job, además de Cantar de los cantares, Sabiduría, Eclesiástico y Salmos. 

«Bilbe Project» es un canal de YouTube que busca hacer accesible para todos el aprendizaje de los libros bíblicos, y aunque no sean católicos, sus recursos son admirables y muy útiles a la hora de hablar de la Sagrada Escritura, ¡te invito a que veas el video completo! 

*Puedes activar los subtítulos en español en la parte inferior derecha.

La justicia de Dios y el libro de Job

Proverbios nos muestra a un Dios que es absolutamente sabio y justo. Él premia al justo y castiga al hombre malvado, pero al pasar a Eclesiastés, nos encontramos con que las personas no siempre obtienen aquello que merecen según su actuar, y que la vida va pasando como el humo… entonces surge la pregunta: ¿qué tan justo es Dios?

Pero cuando nos encontramos con el libro de Job, simplemente nos quedamos sorprendidos, descubrimos preguntas como: ¿Dios es justo o injusto?, ¿El hombre recibe el castigo que merece?, ¿la retribución es cierta o no?

Y muchas otras son aquellas que hacen de trasfondo de esta pequeña novela del Antiguo testamento. Digo novela pues no es una historia que haya ocurrido históricamente hablando, es una historia de la que se sirve el pueblo para dar a comprender su fe en Dios y cómo el sufrimiento es siempre pedagógico.

Me parece interesante citar al cardenal Gianfranco Ravasi en su obra llamada: «Il libro di Giobbe», donde nos recuerda que: «Job es un libro para traducir, pero antes de todo, para escuchar en el interior de la conciencia, del corazón».

Es importante recordar que más allá de estudiar el texto y ver qué dice y por qué lo dice, es necesario llegar al «qué me dice a mí hoy este texto».

Job y nuestro sufrimiento

Ciertamente hemos escuchado de Job muchas historias, lo llaman el justo, el paciente, el santo de la perseverancia… Algunos se atreven a decir que es el ejemplo de hombre sufriente que nunca se cansa.

Pero cuando vamos al texto nos encontramos con que si bien Job no se aleja de Dios, sí llega al momento de la desesperanza en la que reclama a Dios una explicación. 

Esto es muy bonito, Job no es un hombre muy diferente a nosotros. ¿Cuántas veces le has pedido a Dios que te ayude a entender lo que sucede a tu al rededor?

O yendo más allá ¿cuántas veces has pedido a Dios una explicación sobre lo que te está pasando y hasta le has reclamado? Job no es tan distinto a nosotros. 

Nuestra sed de verdad

Todos queremos y buscamos comprender la sabiduría de Dios y aún más su justicia en medio de un mundo inmerso en sufrimiento.

Sin ir tan lejos, una sociedad en pandemia. ¿Cómo entender la justicia y la sabiduría de Dios en medio del sufrimiento? Este es el interrogante que permanece hoy en el corazón de todo creyente. 

Igual ocurría con el pueblo de Israel, ¿cómo entender a un Dios justo en medio del exilio? Aquí vuelvo a citar al cardenal Ravasi en el Libro de Job:

«Es sobre todo Dios quien se nos aparece, pero un Dios libre de formulaciones convencionales, de la piedad, de la moralidad, un Dios no creado en la imagen o para las necesidades del hombre.

[Pues] los intentos de justificar su conducta de acuerdo con esquemas demasiado lógicos no hacen más que bajar la divinidad a un ideal humano y simplificado de justicia: entonces surge una verdadera forma intelectual de idolatría».

Dios respeta nuestra libertad

Job va en contra de la ley de retribución que estaba tan difundida en su época, y que hoy en día sigue siendo tabla de medida para muchas personas. Esta ley es aquella que dice: cada quien obtiene lo que merece, bueno o malo.

Si nos detenemos en la historia de Job, no hay razón para el castigo, tampoco hay razón para sufrir, solo hay una historia de cercanía con Dios. 

Toda la historia, al igual que la nuestra, se ve inmersa en un sin fin de sucesos, algunos complejos, llenos de dolor, otros más calmados y dadores de sabio consuelo.

Amigos que juzgan, amigos que acompañan, quienes quieren ayudar y quienes simplemente se alejan. Pero lo más llamativo es que Dios siempre está ahí, escucha silenciosamente, observa silenciosamente, se deja cuestionar, hasta que llega el momento en que toma la palabra y hace recordar toda su bondad. 

La justicia de Dios y su sabiduría está en que se deja conocer, no coarta la libertad del hombre, sino que permitiéndole elegir, se presenta como una opción, la mejor opción.

«Te conocía solo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos»

Todo el sufrimiento, la devastación, la desazón e incertidumbre que vive Job (el hombre), se hacen para él un medio pedagógico para acercarse al verdadero Dios: Job 42, 5: «Te conocía solo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos».

¿Cómo entender a Dios en medio del sufrimiento? Esta es la pregunta que circunda al hombre de hoy, pues no hay mejor manera de conocerle, entenderle, y optar por Él que acercándose confiadamente en medio del dolor.

En Él se puede confiar, sabe escuchar, comprende y solo sabe amar, y para esto es necesaria la mirada de la fe. Si quieres profundizar en el tema de las Escrituras te recomiendo el curso online «Aprende a orar con las Sagradas Escrituras», ¡es espectacular! 🤩