

Problemas sexuales… ningún matrimonio está exento de vivirlos. Qué hermosa es esa sensación de recién casados, enamorados, aún sin hijos, pareciera que el tiempo se detuviera solo para nosotros y para poder disfrutar de nuestro amor en libertad y sin apuros.
La emoción de la novedad es grande. Ese irse descubriendo día a día es algo tan intenso, que cuando esa intensidad baja, o de pronto momentáneamente desaparece, muchos creen que es porque el amor ha acabado.
La publicidad que les traigo el día de hoy como recurso, me ha sorprendido mucho, se titula «Love story». Jamás hubiera imaginado una publicidad así de un producto como el viagra (cabe aclarar que la intención de este artículo no es promoverlo). A mi modo de ver, nos brinda una oportunidad muy grande de hablar de los problemas sexuales de un modo distinto.
Pareciera que quisiera separarse de la imagen del sexo por diversión y sin compromiso. De pronto ubica la intimidad sexual en un contexto profundo y reverente.
La situación que el comercial presenta no es desconocida para muchos matrimonios. Muchas parejas van a consulta por problemas sexuales. Ojalá bastará una pastillita azul para remediar la situación, el tema suele ser un poco más complejo.
Dejando esto de lado, lo cierto es que este comercial presenta tres elementos interesantes para reflexionar:
1. La necesidad de conexión y cercanía
La conexión y cercanía en un matrimonio son esenciales. Los esposos están llamados a unirse «como si fueran una sola carne». Este llamado no es algo simbólico únicamente, ni tampoco implica que los dos piensen igual y se compenetren de tal manera que uno termine anulando al otro.
La conexión y cercanía de un matrimonio tiene que ver con los intereses propios de cada uno y el proyecto de vida en común que ambos se han planteado y por el cual se han comprometido en amor por el resto de su vida.
Es una apuesta hermosa por el otro, e inevitablemente se espera que el otro apueste por uno. Esta unión se irá construyendo con el tiempo, en la medida en que cada uno se «muestre» cada vez más al otro. Si bien conocer completamente a otra persona es imposible, en el matrimonio se hace un buen intento en esta tarea. Uno no solo se entrega mostrándolo todo, sino también recibe al otro en su totalidad.
La intimidad en este sentido contribuye de una manera única a ahondar esta unión, de lo contrario seríamos simplemente amigos. Es algo único y exclusivo que comparten los esposos. Cuando esto desaparece del matrimonio, esa conexión se va perdiendo, ya no se comparte todo. Hay una parte que se guarda y de pronto la distancia aparece y se va haciendo grande.
2. La importancia de la intimidad en el matrimonio
Las relaciones sexuales en un matrimonio son importantes. La frecuencia es algo muy personal y de cada pareja, que por supuesto es un tema que deben conversar y entender juntos. Pero de ninguna manera ser menospreciadas.
Los problemas sexuales, cuyas causas son muchas, afectan la sintonía de un matrimonio. Una causa, por ejemplo, es la que vemos en este comercial. La presión por el trabajo y el estrés (de cualquier tipo). Ya sea por cansancio, por angustia, simplemente no hay tiempo para la intimidad. O cuando se encuentra el tiempo, una disfunción sexual se puede presentar, masculina en el caso del ejemplo, pero que podría ser de cualquiera de los dos.
Encontrar la causa al distanciamiento íntimo y emocional de una pareja es clave para poder encaminarse a una solución. Ojalá una medicación bastara, ciertamente es conveniente consultar a un especialista que recetará lo conveniente llegado el caso, pero lo importante es buscar una solución juntos.
En cuestiones de pareja el trabajar los espacios y tiempos juntos para prevenir que estas crisis lleguen, es una labor de amor. ¿Por qué esperar a llegar a extremos que no siempre terminarán tan sencillamente como en el comercial?
3. La generosidad de la entrega mutua
Ojalá la generosidad fuera tal y como se ve en este ejemplo. Ella a pesar de haber sido rechazada e ignorada de alguna manera, acepta de buena gana estar juntos al primer intento. No es raro que en lugar de esto nos encontremos en la realidad con reclamos, dicusiones e incluso humillaciones de uno y otro lado en situaciones tan delicadas como la disfunción. Provocando incluso que estas se hagan más graves, haciendo un daño terrible a su matrimonio.
De pronto la entrega generosa desaparece y las relaciones sexuales se convierten en una obligación. Ese desaparecer de la generosidad y de la libertad en la entrega hacen que la distancia no solo se agrande, sino que se agriete, producto del dolor y del temor de estar juntos. Ya no son uno.
Una entrega tan vulnerable e íntima debe ser tratada con la ternura y cuidado adecuados, y no a la ligera. Encontrar qué fue eso que se perdió o qué fue lo que hizo que nos alejáramos es importante para empezar a dar solución.
Pero antes que eso más importante aún es prevenir llegar a estas situaciones extremo. Priorizando, conversando sobre el tema sin temor, entendiendo el orden de importancia de las cosas en nuestra vida, poniéndonos en primer lugar como esposos y trabajando por construir una relación más conectada y unida cada vez.
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