himno a san josé

Vamos a celebrar la solemnidad de san José y el grupo Canto Católico, ya hace un tiempo puso acordes al himno escrito por Fray José Poblete OP.

¡Escucha este precioso himno a nuestro querido san José!

En este himno se le dedican unos versos preciosos a nuestro padre san José. Te quiero dejar algunos títulos que le damos a san José y quizá no hemos profundizado mucho en lo que significan.

Glorioso san José

«Gloria» (en hebreo kabod) tiene diversos significados. Puede significar separado, fama, peso. Pero, para hablar de san José, podemos decir que el título «glorioso» viene de su relación con Dios.

«(José) ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente “ministro de la salvación”» (Patris Corde, Francisco).

Al declarar la gloria de san José estamos pronunciando que está en la presencia de Dios; quiere decir que es un poderoso intercesor.

Esto nos lleva a reconocer que san José nos enseña con su vida y con su obediencia cómo nosotros también podemos aceptar la voluntad de Dios, escuchar sus mandatos y ponernos en marcha para cumplir sus preceptos. Y, al final de nuestra vida, descansar también en la gloria de Dios.

Custodio de la Luz

Este título es más sencillo de comprender. San José es el custodio de Jesús, que nos ha revelado que es la Luz del mundo. Durante su infancia y vida oculta, Dios confió en el cuidado de san José.

De él aprendió, con él vivió, con él compartió su vida. ¿No te parece increíble que todo un Dios haya deseado tener como padre a José? A mí me parece un misterio maravilloso.

Trato de acercarme a ese misterio, imaginarme la relación que tenían, hacerme presente en la casa de la Sagrada Familia y escuchar a Jesús llamar «papá» a san José. 

Imagínate, si Jesús, siendo Dios, lo llamó «papá», ¡cuánto más nosotros podemos aceptarlo como un referente de paternidad!

San José abrió los brazos al Niño Dios. Le dijo «sí» al plan de Dios, quiso aceptar en su vida lo que significa ser el padre del Mesías. En estos días dejémonos llenar por el misterio de que un Dios escogiese como padre a José; el milagro de que Dios se haya hecho Niño y se pusiera al cuidado de un hombre.

Se dejara cargar, cuidar y guiar por san José. 

Humilde carpintero 

La humildad es la cualidad de aquel que se sabe pequeño ante Dios, que sabe que sus dones y talentos son regalos que le han sido concedidos por el Dador de la vida.

El humilde es aquel que es obediente a lo que Dios le pide, porque reconoce que Dios es el dueño de todo lo que tiene y de lo que es capaz. Ese es San José. Un hombre que, por la gracia de Dios, por su confianza en Él, siempre será recordado como el padre elegido por Dios mismo. Es el que enseñó a Dios un oficio manual, con la sencillez y amor con que debió hacerlo. 

Ponte en la escena donde San José mostraba al Niño Dios a trabajar la madera, a hacer pequeños objetos con sus manos. Imagínate a ese hombre tomando las manos de Jesús para ayudarle a hacer pequeños juguetes, para que el Niño Santo sonriera.

Cierra los ojos y visualiza a Jesús, pequeñito, mirando con ojos llenos de ilusión a ese padre elegido por su Padre del Cielo, cuando le regalaba un muñeco hecho de madera.

Maestro de oración

San José nos puede enseñar la obediencia y cómo podemos reconocer lo que debemos obedecer o a lo que estamos llamados. Es en la oración cuando Dios nos habla, se comunica con nosotros o, más bien, cuando nosotros estamos mayormente predispuestos a escuchar lo que Dios nos quiere decir.

Si seguimos el ejemplo de José, pacientemente buscaremos escuchar. Y, cuando Dios se pronuncie, no daremos largas a lo que se nos ha pedido. 

Pidámosle a Dios que, de la misma manera que San José tuvo confianza, tú y yo podamos confiar en lo que Dios nos pide en cada momento.

Que seamos orantes como él y que aprendamos a buscar a Dios, a dejarnos guiar por Aquel que nos llevará siempre a donde debemos estar.