

Ya estamos a medio camino de Cuaresma y la Semana Santa se nos viene acercando a pasos agigantados. Esto hace que muchos no solo preparen el corazón, sino también la mesa para esos días. Por eso es bueno que nos preguntemos: ¿qué fue lo que realmente ayunó Jesús durante su «Cuaresma» y durante la Pascua? Saberlo nos ayudará a comprender el sentido de nuestras tradiciones. a imitarlo y a no caer en excesos.
Todo buen cristiano se priva de comer carnes durante los viernes de Cuaresma (abstinencia) y se restringe su alimentación al mínimo con una comida al día o dos pequeñas (ayuno) el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Si tienes dudas sobre esta recomendación de la Iglesia, hemos creado una guía ilustrada sobre el ayuno y la abstinencia que despejará todas tus incertidumbres al respecto. Todo esto se hace en un ambiente de conmemoración, solemnidad y recogimiento que, dependiendo del país, va tomando distintas formas. De hecho, si deseas saber cómo celebran la Semana Santa en algunos lugares del mundo, te recomendamos este post y si quieres más sobre el ayuno, sobre todo para tus clases de religión o catequesis, entonces sí o sí debes utilizar este entretenidísimo video.
En tiempos de Jesús la carne era muy costosa y el pescado era parte de lo que comían los pobres, y en parte es por eso por lo que hoy nos abstenemos de carne en este tiempo.
Quiero invitarte a una experiencia espiritual y práctica al mismo tiempo para que, junto con caminar los pasos de Jesús en el Vía Crucis, también lo hagas en la mesa. Es por eso que nos hemos preguntado: ¿Qué comían Jesús y sus discípulos en esos días y que habrá tenido exactamente en su mesa en la Cena más importante de la historia de la humanidad? Hace unos años, mi párroco organizó una cena pascual o “pésaj” al estilo judío del primer siglo. Hicimos las oraciones y comimos como Jesús habría comido. Esto podría ser una linda experiencia familiar, y al mismo tiempo te da algunas ideas para salir de los típicos menús basados en los productos del mar y así evitar excesos.
1. Vino
Infaltable en la mesa judía, al punto de ser muchas veces recomendado más que el agua. Aunque más bien por razones sanitarias, pues el agua no siempre era de mucha pureza y calidad y el vino les daba la seguridad de no enfermarse. Al mismo tiempo, en la celebración religiosa de la Pascua el vino tiene un sentido ritual, pues se toman 4 copas durante la cena. La primera copa, incluso antes de que se dispongan los alimentos en la mesa. Comienza con una bendición (salmos 113 y 114), tras la que se toma la primera copa mientras se dice: «Bendito seas Tú, Adonai nuestro Dios, rey del universo, quien creó el fruto de la vid». En la segunda copa de vino, alguno de los comensales recuerda algún gran acontecimiento obrado por Dios. En el caso de los judíos, solía narrar la historia de las plagas de Egipto. Nosotros podríamos hablar de aquello que Dios ha hecho en nuestras vidas y familia. La tercera copa de vino se sirve al terminar la cena y se llama “copa de redención”. Con ella se recuerda el derramamiento de la sangre de los corderos inocentes que redimieron a Israel en Egipto. Es la copa en la que se “da gracias”, por lo que se supone que es en esta copa cuando el Señor ofreció su Sangre a sus discípulos. Finalmente, la cuarta copa de vino es antes de marcharse; en ella se hace una acción de gracias, en esos tiempos llamada “hallel”, en las que se meditan los salmos del 115 al 118.
Si se te hace más fácil, aquí te dejamos los salmos recitados durante la cena pascual.
2. Pan ácimo
La costumbre judía es comer en esta cena pan sin levadura. Esto es así pues en el escape a Egipto no dio tiempo para fermentarla. La cena de Jesús tuvo dos momentos de pan. Uno luego de la primera copa de vino, en donde “el más digno”, o el mayor, o más importante de la mesa, partía la pieza de pan con la mano y la daba a todos, pero se guardaba la mitad. Esta cena no tiene postre, de hecho esa mitad de pan que se guardaba se daba antes de la tercera copa de vino. Créeme, preparar pan ácimo no tiene ninguna complejidad por lo que podrías intentar cocinarlo.
3. Cordero
Esta es la parte que nosotros omitimos, pues no comemos carnes rojas durante estos días, pero los judíos sí lo hacían, y de hecho su preparación era un poco engorrosa. Debían sacrificar ese cordero en el templo, por lo que en efecto hay una tesis que dice que la Última Cena no fue celebrada la noche del Jueves Santo, sino en la del Miércoles Santo, pues la población de Jerusalén aumentaba de unas 35.000 personas a unas 250.000, y era poco probable que se pudieran sacrificar todos los corderos el mismo día, haciendo que algunos tuvieran que hacerlo el día antes y por ende prepararlo y comerlo con anticipación.
4. Verduras amargas
Yo de pequeño los imaginaba casi comiendo pasto seco, pero la verdad es que se untaban en una especie de salsa llamada “jaroset” (agua, sal y algún condimento) antes de comerlas, por lo que el rito es más bien disponer ahí las verduras y antes de comerlas mojarlas con algo así como una salmuera.
5. Condimentos
Es probable que tu comida durante Semana Santa no sea a base de agua y pan, por lo que harás otras preparaciones. Entonces, para darle ese toque pascual podrías considerar algunos de los condimentos propios de esa época. Se sabe que los antiguos judíos comían su comida muy condimentada. Había sal en abundancia de la zona del Mar Muerto, y se utilizaba para conservar ciertos alimentos Además de la sal, utilizaban con frecuencia otras especias como la mostaza, las alcaparras, el comino, la ruda, el azafrán, el cilantro, la menta, el eneldo, romero, ajo y cebolla; de hecho, la cebolla era muy común y popular. La pimienta, por otra parte, no era un condimento muy usado, pues era escasa y costosa al ser importada del lejano Oriente.
Otros alimentos de la época
¿Qué bebían?
Era poco frecuente beber agua a no ser que fuera de vertientes o manantiales, debido a que el agua de pozo no era muy pura y podía provocar enfermedades. Se consumía con frecuencia la leche, pero no de vaca como nosotros, sino que de oveja o cabra, y puesto que se echaba a perder muy rápido, la elaboración de quesos era muy común. Podrías comer queso sin problema y estarías dentro de la costumbre judía. También bebían vinagre disuelto en agua, jugo de granada o jugo de dátiles, este último muy popular.
El pescado
Era un alimento muy común en los pobres al punto que una comida típica era pan y pescado. Este frecuentemente se salaba, para que tuviera mayor duración. Se consumía tanto pescado, que muchas veces debía importarse para poder abastecer a todos.
Frutas y frutos secos
Muy comunes eran en aquellas latitudes los frutos secos como nueces, almendras y pistachos, tal como hoy, muchas veces tostados. También era frecuente encontrar en las casas judías dátiles, higos, granadas y moras. Estos productos eran tan abundantes que a menudo se exportaban.
Miel
Los judíos no conocían el azúcar de caña que frecuentemente utilizamos nosotros y mucho menos la stevia. La miel era el endulzante predilecto, la cual se producía al igual que hoy, colonizando panales y cosechando la miel. En ocasiones, se producía tanta miel en Tierra Santa que se exportaba.
Aceite
Aunque existía la mantequilla, esta se utilizaba muy poco. Pero sí era muy popular el aceite, en especial el de oliva. Era tan abundante el aceite como las aceitunas, por lo que, al igual que otros alimentos, se exportaba. El aceite además tenía un valor religioso, que de hecho nosotros preservamos hoy día en los Santos Óleos que se bendicen en la Misa Crismal, y en aquel entonces eran señal de fuerza, salud y en muchos casos de consagración a Dios.
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